jueves 03 de julio de 2025 - Edición Nº2402

Necochea | 20 abr 2025

Efemérides

Un día como hoy, hace 25 años, Necochea y Quequén empezaban a quedar bajo el agua

Las fuertes lluvias en el sudeste bonaerense comenzaron un 20 de abril de 1980 y terminaron con la crecida del río, el colapso de puentes, barcos encallados y evacuaciones masivas.


En 1980 Necochea y Quequén sufrieron una inundación producto de un evento hidrometeorológico extremo que afectó al sudeste de la Provincia de Buenos Aires, entre los días 28 y 29 de abril. Durante el mismo, se destruyeron varios puentes que cruzaban por el Río Quequén Grande y que conectaban a ambas localidades.

Pero las lluvias comenzaron un 20 de abril, exactamente hace 25 años, sobre gran parte del territorio bonaerense, según la información del Área de Musesos municipal. En nuestra ciudad se registraron 100 milímetros de lluvia caída en sólo dos jornadas. Las aguas seguían avanzando río abajo y se debió evacuar a 200 personas, la mayoría del sector ribereño. La furia de la crecida fluvial desencadenó una crisis que culminó con la evacuación de la Terminal de Ómnibus.

El 29 de abril se erigió como el día más crítico de esta situación, marcado por el estremecedor colapso de los puentes Ezcurra, Ferroviario y Negro, que se doblegaron ante la impetuosa fuerza del agua. Esta catástrofe inmediata provocó el desplazamiento de aproximadamente 600 residentes en ambas ciudades, buscando refugio ante la amenaza inminente.

Frente a este panorama desolador, la Municipalidad de Necochea actuó con celeridad, declarando el estado de emergencia, suspendiendo las actividades escolares y adoptando una serie de medidas preventivas para salvaguardar a la población. La corriente desbocada se convirtió en un torrente de destrucción, arrastrando consigo no solo troncos y restos de animales, sino también enseres domésticos que testimoniaban la vulnerabilidad de los hogares.

La fuerza del agua se ensañó con la infraestructura portuaria, desprendiendo muelles y arrastrando embarcaciones a su merced. El buque Caribea fue desplazado hasta encallar en las proximidades de la Colonia Pinocho, en Quequén, mientras que el Pesquera III quedó varado frente a Bahía de los Vientos. La zona del antepuerto se convirtió en un cementerio de barcos dañados, incluyendo al Pesquera II, el Santa Elena I, el Santa Rosa, el buque costero San Cayetano II y el imponente factoría Knossos.

La magnitud del desastre se extendía incluso a la Escollera Sur, donde, a la altura de Necochea, el buque de bandera griega Anna C permanecía varado y anclado, con su tripulación a bordo, aislada por la crecida. Dragas, remolcadores y otras embarcaciones también sufrieron las consecuencias de la implacable correntada.

A pesar de la devastación, el panorama comenzó a ofrecer un atisbo de esperanza con el descenso gradual de las aguas a partir del 1º de mayo, marcando el inicio de una lenta pero necesaria recuperación para las comunidades afectadas, y la vuelta a la normalidad.

 

 

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