

El episodio se produjo este miércoles, en el marco de la campaña electoral rumbo a las elecciones bonaerenses del próximo 7 de septiembre. Lo que debía ser un acto de militancia libertaria terminó en un escenario de caos y violencia, con imágenes que muestran a la camioneta presidencial acelerando para sacar al Presidente de la zona de riesgo.
No es la primera vez que Milei pisa el conurbano en medio de un clima caliente. En su primera visita a la Tercera Sección Electoral, en La Matanza, había posado con una bandera que decía “kirchnerismo nunca más”, dejando en claro la estrategia de polarización con el peronismo. Ahora, en Lomas, volvió a sostener el mismo mensaje, aunque esta vez la tensión se tradujo en una agresión directa.
La caravana tenía como objetivo respaldar a los candidatos locales de La Libertad Avanza, que buscan ganar presencia en la Legislatura y el Senado bonaerense. Sin embargo, la violencia desplazó al discurso político y puso en primer plano la falta de garantías de seguridad para el propio jefe de Estado.
El ataque a Milei no solo sacude la campaña: expone la creciente crispación política en el conurbano y deja una pregunta inquietante de cara a las elecciones: ¿quién se hace cargo de garantizar la integridad del Presidente en territorio bonaerense?