

La derrota desató una tormenta interna en la Casa Rosada y encendió la furia de Javier Milei, que responsabiliza directamente a Eduardo “Lule” Menem por la estrategia fallida y por haber forzado una ruptura con Valdés, cuando un acuerdo parecía cerrado.
Según dirigentes libertarios, fue Lule quien convenció a Karina Milei de jugar con lista propia, desoyendo la recomendación de Santiago Caputo, que insistía en cerrar con Valdés. Incluso, Karina llegó a reunirse con el gobernador correntino, pero los Menem impusieron condiciones que hicieron imposible el entendimiento: quedarse con el sello La Libertad Avanza, teñir de violeta la campaña provincial y asegurarse dos senadores nacionales en octubre.
Valdés se negó y apostó por su hermano Juan Pablo, en alianza con intendentes radicales, logrando un triunfo contundente y evitando el balotaje.
En contraste, el libertario Almirón —más conocido por sus peleas en el Congreso que por propuestas locales— terminó relegado detrás de Valdés, el kirchnerista Martín Ascúa y Ricardo Colombi.
El resultado dejó al Presidente enfurecido. “Podríamos haber estado festejando con Valdés una victoria histórica sobre el kirchnerismo, pero terminamos con un cuarto puesto vergonzoso”, se escuchó decir en su entorno.
La caída en Corrientes sumó combustible a la exigencia de Milei de que su hermana le pida la renuncia a Lule Menem, un reclamo que ya venía creciendo por los audios que revelan una presunta trama de corrupción en la Casa Rosada.
El cierre de campaña libertario en Corrientes fue el preludio del fracaso: Karina y Martín Menem tuvieron que abandonar una caravana tras caminar apenas una cuadra, refugiándose en una camioneta, mientras el influencer Iñaki Gutiérrez increpaba a periodistas locales.
La candidatura de Almirón, pensada como símbolo de la “pureza” libertaria, terminó siendo un boomerang. “Ganamos con el violeta y el sello de LLA”, repetía Lule en los pasillos del Congreso. Pero en Corrientes, la estrategia se tradujo en el peor resultado electoral de Milei desde que llegó al poder.
Corrientes dejó un mensaje claro: la apuesta de los Menem por candidatos propios y condiciones intransigentes debilitó a La Libertad Avanza y privó al oficialismo de lo que podría haber sido un triunfo clave en medio del escándalo por coimas.
Ahora, con Milei furioso y Karina en el centro de la tormenta, la interna libertaria amenaza con profundizarse justo cuando el Presidente enfrenta sus semanas más complicadas en el plano político y judicial.