El primero de los bloques concentró los trabajos desarrollados en las distintas materias de la carrera. Las piezas surgieron de procesos de exploración y creación, con escenas que alternaron movimientos grupales, intervenciones individuales y composiciones elaboradas a partir de ejercicios de improvisación.

Cada obra construyó su propio clima: algunas apelaron a la teatralidad, otras a la energía y al desplazamiento. El público acompañó con atención el despliegue de las jóvenes bailarinas, que encontraron en el escenario la instancia final de meses de ensayo.

Después del intervalo, el tono cambió. La iluminación, la música y la estética de vestuario anunciaron el ingreso al universo del ballet clásico. La segunda parte de la gala estuvo dedicada a La Bayadera, en una adaptación trabajada durante todo el año como parte de la formación técnica de la institución. La coordinación en las entradas, el trabajo del cuerpo de baile y la precisión de las líneas fueron el eje de esta sección.

Un momento especialmente significativo fue la participación de dos bailarines invitados provenientes de Mar del Plata. Uno de ellos, exalumno del Instituto, regresó a ese escenario para compartir la función junto a las estudiantes, generando un ambiente cargado de emotividad entre docentes y compañeras.

La realización del espectáculo implicó a más de 80 personas en diferentes tareas: bailarinas, equipo docente, técnicos, vestuario, escenografía y familias que colaboraron en la producción. La organización fue compartida junto al Centro Cultural Municipal, espacio donde funciona el Instituto durante el año. El detrás de escena fue, en sí mismo, una muestra del trabajo colectivo que sostiene el proyecto.

Las entradas se obtuvieron mediante un bono contribución gestionado por la Asociación Cooperadora de la Escuela Municipal de Artes de Necochea, tanto en el edificio del Centro Cultural como en la boletería del teatro el mismo día de la función.

La Gala de Ballet significó el cierre de un ciclo de aprendizaje para el Instituto Superior Municipal de Necochea, que volvió a colocar a sus estudiantes en un escenario profesional y a visibilizar la producción local de danza.