Débora y su novio Angel Gutiérrez (32) llegaron a Necochea luego de hacer “dedo” en la ruta provincial 86 y decidieron acampar en el predio ubicado frente al Parque Miguel Lillo, junto a la playa.

Una discusión de pareja, golpes y el brutal ataque del hombre, dejaron de lado la posibilidad de disfrutar un fin de semana de acampe y todo se transformó en tragedia.

María Luisa escribió a un mes del “femicidio” que la muerte de “nuestra amada hija Dámaris Débora Bulacio Del Valle, duele como si fuera hoy, sigo sin aceptar lo ocurrido, despierto y pienso, hoy seguro que Débora pasa a vernos, como solía hacer, llegaba con su sonrisa, sus ojos llenos de felicidad por poder encontrar abrazos”.

Dolor de una madre

María Luisa recordó a su hija y reconoció que cada vez que se encontraban en la vivienda familiar de Villa Cacique, había abrazos “llenos de amor de madre, latidos del corazón llenos de felicidad por verla, miradas sin juicios, anhelando que cada día fuera el mejor para ella”.

Del Valle brindó un emotivo homenaje a su hija que era mamá de tres hijos y disfrutaba de hacer una vida de mochilera, viajar por distintas ciudades y gozar del medio ambiente.

María Luisa aseveró que la familia tenía para Débora “la casa y el corazón abierto, donde encontraba refugio, abrigo, amor, contención, aunque nunca comentaba sus dolores del alma, para no traernos preocupaciones, solo deseaba que estemos bien”.

Añadió que “ella sabía que en casa  y en nuestros corazones siempre tenía su lugar y siempre tendrá su lugar, nadie podrá remplazarla, cada una de sus hermanas y su hermano, tienen su lugar desde el momento uno de su gestación, tu papá y tu mamá te extrañan, toda la familia te extraña, duele, pero seguiremos adelante y la Justicia será por y para ti, no quedará sin castigo quien te arrebato tu vida, tus sueños, tus ganas de vivir ,de amar y ser feliz junto a quienes amabas con locura a tus hijos”.