Uno de los puntos destacados fue el crecimiento de la Cantina El Muelle, que funciona dentro del Club Necochea Rowing y que, según explicó, se transformó en un verdadero motor para darle vida al club. La cantina logró atraer a vecinos que antes no se acercaban a las instalaciones, ayudando a romper con la histórica imagen de un espacio “cerrado o elitista” y consolidándose como un lugar abierto, familiar e inclusivo, con actividad constante durante todo el año.

En paralelo, Amendola resaltó el trabajo de la Asociación Todos al Agua, que este año consiguió un hecho inédito: llevar a tres nadadores con discapacidad a una competencia internacional, cuando habitualmente solo podía viajar uno. “Fue un logro enorme, en un contexto muy complejo”, señaló, aunque también remarcó las dificultades permanentes para sostener y ampliar el deporte adaptado por la falta de financiamiento y apoyo privado. En ese sentido, expresó el deseo de que otras disciplinas adaptadas puedan desarrollarse en la ciudad, más allá de la natación.

Durante la charla, Amendola también se refirió al proceso de reordenamiento del Club Necochea Rowing, del cual forma parte desde hace varios años. Explicó que la actual comisión directiva tomó decisiones complejas para sanear las cuentas, regularizar deudas y redefinir el perfil del club. “Hoy el rowing no puede sostener el deporte competitivo como eje central; por eso el objetivo es convertirlo en un espacio social, de encuentro y esparcimiento para las familias”, afirmó.

Entre esas decisiones se destacó la tercerización del tenis, una medida que generó resistencias, pero que permitió reducir costos imposibles de afrontar desde la estructura del club. Amendola subrayó que el rowing apunta a ser un club accesible, con una cuota social baja y el cobro de servicios específicos según el uso de las instalaciones, buscando un equilibrio que lo haga sustentable.

En cuanto a la cantina, confirmó que funciona de lunes a lunes, de 8 a 20, y adelantó que, tras las fiestas, en enero volverán los eventos musicales, aprovechando el entorno privilegiado del río Quequén. Además, aclaró que la Cantina El Muelle es una concesión de la Asociación Todos al Agua dentro del club, con vencimiento en marzo próximo, por lo que se abrirá una nueva etapa de diálogo para su continuidad.

Finalmente, Amendola remarcó la importancia de integrar el río a la vida cotidiana y cultural de Necochea y Quequén, valorando el enorme potencial de la ribera y convocando a la comunidad a apropiarse de esos espacios. “El río es bellísimo y todavía poco aprovechado. Hay que abrirlo, mostrarlo y vivirlo”, concluyó.