Tenía que ser el capitán, como contra México, como contra Bosnia, como contra Irán, como siempre que Argentina lo necesita. Lionel Messi anotó el primer gol en la victoria contra Australia que mete a la Selección en cuartos y jugó los últimos 25 como cuando tenía 19. Encima, el 1 a 0 significó su primer tanto en los mano a mano de una Copa del Mundo y llegó a los nueve en este tipo de certámenes en el partido 1000 de su carrera.

El mejor de todos hizo declaraciones para la televisión apenas terminado el partido y analizó que, más allá del dominio y el control albiceleste, el "gol de rebote nos metió atrás", pero que, "sacando la última del Dibu, no sufrimos, y pasamos que era lo importante".

Sobre el planteo del entrenador Graham Arnold, el 10 desarrolló que "era un partido difícil, en un día difícil. Tuvimos poco tiempo de descanso, no nos llegamos a recuperar bien y estoy feliz por esta victoria y por este pasito más".

Fue ahí que comenzó a hablar del impacto de las tribunas, de los 45 millones que alientan desde casa. "Impresionante lo de la gente. Cuando decíamos que jugábamos cada tres días nos parecía una locura pero queríamos estar acá por lo que se siente, por la gente, por lo que es esto. Hay que seguir unidos como viene siendo. Dimos un pasito más, ahora viene una difícil también".

Después de las entrevistas que brindó a los medios en el campo de juego, el capitán agregó en conferencia de prensa que "fue un partido muy duro, muy físico. Sabíamos que iba a ser así, no tuvimos mucho tiempo de descanso. Estábamos preocupados por eso, sabíamos que eran fuertes en lo físico y por suerte nos encontramos con el gol. Pudimos ponernos en ventaja pero nos complicamos con el gol del final”, recordando que "esto es un Mundial, todos los partidos son difíciles y sabemos que va a ser así".

"Son sensaciones increíbles, es hermoso poder compartir estos momentos de felicidad con ellos. Sabemos todo el esfuerzo que hicieron para venir a estos partidos, toda la gente de Argentina quiere estar acá y no se puede pero la unión que hay en este tiempo entre la Selección y la gente es algo muy lindo", acotó sonre la hinchada que no paró de cantar un minuto.

"Pasaron tres días nada más del partido anterior y nos cuesta por el descanso, pero queríamos estar de nuevo en el partido para disfrutar de la gente y de la cancha. Nos transmiten pasión, alegría y energía, le agradecemos porque es increíble"

Messi se tomó unos minutos para reflejar también la importancia de esta competencia para sus seres queridos: "Mis hijos son grandes, entienden y lo sufren, lo disfrutan. El resto de la familia estuvo en otros Mundiales y mi hijo más grande también pero no era consciente de lo que significa un Mundial. Verlos desde adentro, cómo lo sienten, cómo lo sufren es algo espectacular. Están ilusionados y felices como todos los argentinos, es algo muy emocionante para compartirlo con ellos".