

Los ocho jóvenes rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell en enero de 2020 comenzaron a ser juzgados en la mañana de este lunes 2 de enero, en el marco de un proceso judicial que tendrá en medio del desarrollo un nuevo aniversario del brutal asesinato que quedó registrado en varias filmaciones. "Atacaron a Fernando Báez Sosa por sorpresa cuando estaba de espaldas e idenfenso", dijo el fiscal a cargo de la causa.
Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; Ayrton Michael Viollaz; Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi fueron trasladados cerca de las 8 del domingo a través de dos móviles del Servicio Penitenciario Bonaerense hasta el Palacio de Tribunales para ser juzgados por homicidio y, alrededor de las 9 de la mañana, se sentaron en el banquillo de los acusados.
Según la Justicia, los ocho acusados "acordaron" darle muerte a Báez Sosa en esa brutal golpiza que le propinaron frente al boliche, en pleno centro de la ciudad balnearia.
Previamente, el grupo de rugbiers y Fernando habían tenido un altercado dentro de Le Brique, por lo que intervino la seguridad del lugar y echó a los dos grupos, por separado: sin embargo, los primeros fueron en búsqueda de la víctima una vez que ambos estaban en la puerta del boliche.
Según la imputación, Thomsen, Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli "abordan por detrás a Fernando Báez, aprovechándose de que el mismo estaba de espaldas e indefenso, y de ésta manera actuando sobre seguro, en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo" hasta que cae inconsciente y pierde la vida.
"Le propinaron allí en el suelo, varias patadas en su rostro y cabeza, causándole lesiones corporales internas y externas, las cuales provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo", agrega la fiscal Verónica Zamboni.
Los otros tres, Villaz y Lucas y Luciano Pertossi "previo acuerdo y distribución de tareas con los otros sujetos activos, también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima, posibilitando fundamentalmente la comisión del hecho, ya que rodearon tanto a Fernando Báez Sosa como a los amigos que estaban junto a él, impidiendo de ésa forma que éste pudiese defenderse por sí solo e incluso recibir defensa por parte de sus amigos y/o terceros".
Los acusados quedaron filmados por varias cámaras de seguridad posterior al hecho, donde siguieron con su rutina diaria de vacaciones pero fueron detenidos a las pocas horas tras ser identificados a lo que se sumó gran cantidad de declaraciones testimoniales que vieron cuando emprendían la golpiza a Fernando.
"Chicos no se cuenta nada de esto a nadie", fue uno de los mensajes que envió Ciro Petossi a un grupo de WhatsApp que integraba con los otros acusados, intentando poner silencio sobre lo que había ocurrido momentos antes.
"Tenían plena conciencia y conocimiento de que había causado la muerte de Fernando, pese a lo cual, todos ellos huyeron del lugar, y se escondieron", sostuvo la Fiscalía.
Todos los acusados, quienes ya habían permanecido en Dolores entre el 29 de enero y el 13 de marzo de 2020, están detenidos y podrían ser condenados a perpetua en el juicio que se llevará a cabo durante la feria judicial de enero en la ciudad de Dolores, en el Tribunal que está a cargo María Clauda Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
Fernando Burlando, uno de los abogados defensores, tomó la palabra inicial este lunes y exigió cadena perpetua para todos los acusados: "El crimen fue una lisa y llana ejecución. No estuvieron dispuestos a detener su accionar hasta no ver sin vida al individuo. Cada golpe aplicado tenía un destino y un fin: matar".
Para el letrado, los rugbiers "tomaron la decisión de matar y mataron" y "a partir de hoy vamos a demostrar que el asesinato de Fernando Báez Sosa tuvo como mecánica un asalto por ambos flancos de la víctima".
El conocido jurista esgrimió sus argumentos por el cual la defensa asegura que se trató de un asesinato premeditado y preparado: "Acordaron y planearon emboscar con la intención de matar a Fernando Báez Sosa. Lo hicieron luego de un incidente menor dentro del local bailable Le Brique, donde la víctima y las personas que la acompañaron intentaron calmar los ánimos, evitar una pelea, recomponer la situación".
Por su parte, Hugo Tomei, abogado principal de los ocho rugbiers acusados de asesinar a Báez Sosa, pidió la suspensión del proceso después de la palabra de Burlando. "Es muy grave, y lo vengo diciendo desde hace tres años: no hay sentencia que pueda ser válida si el proceso no sigue los lineamientos de la constitución", señaló.
La defensa de los acusados pidió la suspensión del debate, argumentando que los imputados "no fueron indagados de manera correspondiente".
El abogado defensor aseguró que los imputados "no fueron indagados de manera correspondiente" y criticó el rol de la fiscal Zamboni como uno de los argumentos para suspender el debate: "No puede ser que se le haya tomado declaración en 25 minutos a los diez"; "se violentó su derecho a ser oídos". Además, para el letrado "se está violando el derecho a la intimidad" y "la presunción de inocencia de los acusados".
Sobre el final de su pedido, Tomei mostró una captura de WhatsApp, por lo que la presidenta del tribunal pidió no exponer pruebas en esa instancia.