

A 41 años del desembarco argentino en el archipiélago austral, los vuelos humanitarios a las Islas Malvinas están suspendidos y los padres y las madres de alrededor de 90 años que sobreviven a los soldados argentinos caídos sueñan con viajar por última vez a a despedirse de sus hijos.
Hoy solo es posible llegar de manera privada a un costo que gira en torno a los 2.500 o 3.000 dólares por persona, algo impensable para gente, en su mayoría, humilde y que debe ir acompañada por razones de edad y de salud.
Los familiares de los excombatientes quieren visitar las tumbas de sus hijos y hermanos en el cementerio argentino de Darwin, pero necesitan de la ayuda del Estado. Sin embargo, los planes se dilatan. El último "vuelo humanitario" se realizó antes de la pandemia.
La situación es bastante crítica porque la decisión del Gobierno nacional de dar de baja al acuerdo Duncan-Foradori (suscripto en 2016 durante la gestión de Mauricio Macri) dejó sin un marco legal al tema vinculado a los viajes humanitarios, y las puertas cerradas.
Argentina anunció el fin de ese pacto el 2 de marzo por entender que otorgaba concesiones a los intereses británicos sobre la explotación de los recursos naturales argentinos en la región. Entonces, el canciller Santiago Cafiero invitó a Londres a discutir la soberanía de las Islas.
La caída del acuerdo generó un problema insalvable para los familiares. Las autoridades de facto de Puerto Argentino les dijeron que necesitan un nuevo marco para recibir las visitas y desde la secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur dijeron que "en el marco de los compromisos que le corresponden al Reino Unido en temas humanitarios, el Gobierno argentino está esperando recibir una respuesta positiva a la propuesta de organizar un viaje de familiares de caídos a las Islas Malvinas".
En los últimos años, un proyecto humanitario permitió reconocer en 2018 y 2019 a más de 100 soldados enterrados en Darwin. Alrededor de una decena fueron identificados durante la pandemia, por lo que todavía no se ha podido llegar a un acuerdo para que esas familias pueden viajar a las Islas.
En ese contexto, agrupaciones de excombatientes buscan respaldo en gobiernos provinciales y municipios para viajar, sobre todo teniendo en cuenta que el Plan Proyecto Humanitario Malvinas sigue vigente y aun quedan sin identificar tres o cuatro compatriotas.