Por la fecha 15 de la Liga Profesional de Fútbol, River le ganó a Boca 1 a 0 sobre la hora en el estadio Monumental, con un gol de penal marcado por el ingresado Miguel Borja, cuyo festejo desató una batalla campal entre los jugadores por los gestos desmedidos de Agustín Palavecino hacia sus rivales. 

La decisión del árbitro Darío Herrera de marcar la pena máxima llegó justo cuando Pablo Solari, que también había entrado en el segundo tiempo para renovar la cara del once de Martín Demichelis que se iba desluciendo en el complemento, fue derribado al borde del área. El VAR revisó y ratificó la medida, y el "Colibrí" abrió la cara interna del pie para poner la ventaja mínima a favor del local.

River, que había sido ampliamente superior desde la tenencia en buena parte del partido, parecía estar conforme con el empate en los últimos minutos y Boca era el que buscaba un poco más, pero sin ideas. El penal terminó poniendo el resultado del lado que más lo merecía y desató el desastre.

Hubo un detonante que no quedó claro, pero los jugadores se trenzaron con los árbitros de por medio en un lateral de la cancha y terminaron en el otro, entre agarrones, empujones y algún golpe al aire. El caos total en el estadio Monumental terminó con la decisión de Herrera (que había amonestado a 7 jugadores en el primer tiempo) de expulsar a Palavecino, Gómez y Centurión en River, y a Merentiel, Valentini y Fernández (más el entrenador Jorge Almirón) en Boca. 

Como dos de los que recibieron la tarjeta roja en la banda estaban fuera del campo, los xeneizes terminaron afrontando los últimos 3 minutos del partido con 8 en cancha contra diez millonarios y, allí, pudo quebrarse definitivamente el marcador, que terminó con una victoria por la mínima que hace que los de Martín Demichelis sigan como únicos líderes de la liga con 37 puntos y dejen atrás el golpazo en Brasil ante Fluminense; mientras que los de la ribera marchan 13° con apenas 18 unidades.