Después de siete días de festejos en Necochea, este domingo se puso fin a la Semana Nacional Vasca con una misa en la Iglesia Capuchinos, bailes típicos en las calles céntricas de la ciudad y un almuerzo con mil invitados en la casa de la colectividad.

Antes, se depositaron ofrendas florales en el retoño de Gernika, un acto que contó con la presencia del intendente Arturo Rojas y el consejero de Educación del Gobierno Vasco, Jokin Bildarratz Sorron, quienes se habían reunido el sábado para entablar vínculos. 

 

 

El funcionario, quien viajó especialmente vivir de cerca estos días de celebración y homenaje de Euskadi en la Argentina, aseguró sobre su encuentro con el Jefe de la comuna que "el recibimiento por parte del Intendente ha sido muy confortable, muy cariñoso", incluso "nos ha faltado tiempo para que nos explique todos los proyectos que tiene para la ciudad; se ve que es un apasionado de la misma", resaltó sobre la figura de Rojas.

Además, "hemos tenido oportunidad de hablar de las colectividades y de lo importante que es la colectividad vasca en Necochea, tanto en el pasado, en el presente, como lo va a ser en el futuro, y verdaderamente es una oportunidad de colaboración y de trabajo", aseguró sobre las relaciones internacionales.

Contando la impresión que le causó vivir una fiesta de esta magnitud tan lejos del País Vasco, Bildarratz Sorron reveló que “es emocionante salir a 10 mil kilómetros de tu lugar de origen, en este caso de Euskadi, y ver que tenemos una gran colectividad, un gran número de descendientes de gente que migró y que todavía siguen trabajando por nuestra cultura, por nuestra identidad, por nuestros símbolos, por nuestra lengua. Verdaderamente merecen todo el agradecimiento, todo el apoyo. Si tengo que resumirlo en una palabra, es emoción”, validó el funcionario sobre la celebración.

 

 

Finalmente, soobre Necochea opinó: "Como cualquier ciudad, como cualquier municipio, necesita de una cosa: pasión y, sobre todo, objetivos claros. Y yo creo que acá hay pasión, objetivos claros y ganas de trabajar. Necochea es y será una gran ciudad porque tiene proyectos y tiene ilusión, y lo que hay que hacer es trabajar, como siempre".

Terminando la celebración, este sábado se realizaron reuniones de biblioteca, de federaciones vasco argentinas y de directores de cuerpo de baile. También hubo Mintzodromoa, un momento de encuentro de la gente que habla el euskera, y a la tarde tocó la tamborrada. Desde el Centro Vasco salieron en kalegira con gigantes, cabezudos y todos los dantzaris vestidos con atuendos típicos hasta el Cine Teatro París, donde se desarrolló una velada artística de todos los cuerpos de baile.

El anteúltimo día de la semana se cerró con una romería y ya el domingo se realizó una misa en la Iglesia de los Padres Capuchinos para comenzar a calusurar el evento. Posteriormente, se realizó la ofrenda en el retoño y, frente a la Iglesia Santa María del Carmen, bailaron los dantzaris cinco bailes típicos vascos, además de alguna pieza folclórica argentino. Por último, hubo un almuerzo de clausura en el que participaron alrededor de mil personas.

 

 

 

"Es el momento de encuentro de toda la colectividad vasca. Y es del mundo, porque tenemos gente que ha venido de Canadá, de Perú, de Brasil, de los casi 90 centros vascos de la Argentina, gente de Euskal Herria que ha venido a visitarnos, miembros del gobierno y de otros grupos", puntualizó, entonces, "es muy emocionante".

La presidenta del Centro Basko Euzko Etxea, Kity Zubillaga, se mostró "conmovida" por la repercusión de esta organización local y la importancia que la Municipalidad de Necochea le confirió al evento. "Se embanderó el Palacio Municipal con la Ikurriña, que es nuestra bandera, algo que no es usual; se embanderó la Rambla, que para los necochenses sabemos lo que significa, y tener nuestra Ikurriña frente al mar para nosotros, como colectividad, fue una cosa que no se ha dado muchas veces, así que estamos muy contentos".