La Selección Argentina venció 3 a 1 a Japón en la segunda fecha de la fase de grupos del Mundial Sub 17 y quedó segunda en la tabla de posiciones del Grupo D, cerca de clasificar a los octavos de final. "Diablito" Echeverri, Valentino Acuña y Agustín Ruberto metieron los goles de la Albiceleste, mientras que Rento Takaoka descontó para los asiáticos.

Pese a la lluvia torrencial que tuvo lugar en el Estadio Jalak Harupat, la Selección dirigida por Diego Placente dominó los primeros 45 minutos por amplia diferencia y pudo asentarlo con goles, que pudieron haber sido más si los delanteros afinaban la puntería.

El encargado de abrir el marcador fue nada más y nada menos que Claudio Echeverri, capitán y emblema de este equipo por su talento individual. El jugador "millonario" clavó un golazo de tiro libre al ángulo a los 5 minutos y puso el 1 a 0 a favor de Argentina.

De todas formas, para los dirigidos por Diego Placente tres minutos fueron suficientes para redoblar la apuesta. A los 8', luego de una gran asistencia de Santi López, Valentino Acuña puso el segundo tanto y le bajó el martillo al primer tiempo.

De cara a la segunda parte del encuentro, Japón cambió drásticamente y salió decidido a modificar el resultado. Por lo tanto, Argentina -que perdió a Santi López a los 72' por lesión- no pudo plasmar la superioridad que tuvo al comienzo.

A los 50', Rento Takaoka acortó la diferencia y metió el 2 a 1 para los asiáticos apenas empezó el segundo tiempo. En esta instancia, los de Yoshiro Moriyama tuvieron varias llegadas, pero la más peligrosa tuvo lugar a los 87', momento en el que convirtieron un gol que fue invalidado por offside.

Aunque el árbitro adicionó 10 minutos que fueron incómodos para la Albiceleste, el equipo defendió correctamente y llegó a festejar una vez más. Cuando se moría el partido, a los 90+8', Ruberto sacó un remate de media distancia y, rebote mediante, metió el 3-1 para Argentina.

Ahora, la albiceleste enfrentará a Polonia el viernes a las 6 de la mañana con el objetivo de ganar para asegurar el pase o empatar y esperar por otros resultados.