El papa Francisco denunció que "la pobreza es un escándalo" y criticó la "indiferencia" de la sociedad, al encabezar una misa en la Basílica de San Pedro en conmemoración de la Jornada Mundial de los Pobres, mientras que llamó a pensar "en tantas pobrezas materiales, culturales y espirituales de nuestro mundo".

Así, Jorge Bergoglio se refirió a "las existencias heridas que habitan en nuestras ciudades, los pobres que se han convertido en invisibles, cuyo grito de dolor es sofocado por la indiferencia general de una sociedad muy ocupada y distraída".

"Pensemos en cuántos están oprimidos, cansados, marginados, en las víctimas de las guerras y en aquellos que dejan su tierra arriesgando la vida, en aquellos que están sin pan, sin trabajo y sin esperanza", agregó durante la celebración de la Jornada Mundial que instituyó en 2016.

"Pensando en esta inmensa multitud de pobres, el mensaje del Evangelio es claro: ¡No enterremos los bienes del Señor! Hagamos que circule la caridad, compartamos nuestro pan, multipliquemos el amor", convocó finalmente.

Tras la misa, el Papa recibió a 1.200 pobres y personas sin techo de Roma y alrededores para almorzar en el Aula Pablo VI del Vaticano. La iniciativa, apoyada por una cadena hotelera y una fábrica de pastas, agasajó a los invitados papales con un menú en base a canelones, albóndigas y tiramisú.