domingo 30 de junio de 2024 - Edición Nº2034

Deportes | 22 nov 2023

Eliminatorias

La Batalla del Maracaná, la cobarde policía brasilera y los gestos del capitán

En medio de la represión y una escandalosa golpiza a los hinchas argentinos en una de las tribunas del Maracaná, Lionel Messi decidió sacar al equipo de la cancha, preguntó por las garantías y salió a pelearse con todos. "¿Por qué somos cagones? Somos campeones del mundo", le dijo a Rodrygo.


Gravísimos incidentes y una brutal represión policial contra los hinchas de la Selección Argentina se dio ayer en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, a instantes del partido contra Brasil por las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, que corrió riesgo de suspensión pero se jugó finalmente.

Algo similar a lo ocurrido hace menos de un mes con los fanáticos de Boca que llegaron hasta el vecino país para disfrutar de la final de la Copa Libertadores que perdieron con Fluminense, o lo que le viene pasando a cada una de las hinchadas que van a visitar la capital del fútbol verdeamarelo; algo que debería analizar -y sancionar correspondientemente- Conmebol.

 

 

Tras un clima muy caldeado en la previa, los incidentes más graves comenzaron entre hinchas argentinos y brasileños, mientras sonaban los himnos. Luego llegó la policía, que reprimió con brutalidad y cobardía únicamente a los de celeste y blanco. No así contra los locales, lo mismo que había pasado antes de la final continental de clubes hace dos semanas.

Advertidos del bochorno, mientras volaban butacas de un lado a otro, los propios jugadores de la Selección saltaron los carteles y fueron directamente a defender a sus compatriotas, intentando contener la tremenda golpiza que estaban viendo en una de las cabeceras.

Dibu Martínez fue uno de los que intervino físicamente: se colgó de la tribuna e intentó detener a un policía militar que reprimía sin control. Finalmente, después de que sacaron a dos hinchas heridos en camilla, la situación se controló. Mientras, en el vestuario con el capitán Lionel Messi a la cabeza, Argentina pidió garantías para su gente y fueron dadas para volver a salir a la cancha.

 

Los gestos del capitán

En medio de la represión policial, de la escandalosa golpiza a los hinchas argentinos en una de las tribunas, Lionel Messi decidió sacar al equipo de la cancha. Con un gesto claro y contundente, Leo avisó que la Selección se retiraba del Maracaná.

Antes, el capitán se había acercado para tratar de calmar a los policías que estaban reprimiendo a los argentinos desde el momento en que ambos equipos estaban cantando los himnos. Todo era nervios y descontrol. Y el 10 se hizo cargo de una decisión inédita. Sin consultarlo, les avisó a sus compañeros que se fueran al vestuario. Los jugadores lo siguieron. A esa altura parecía que el partido no se jugaría. Pero al rato, volvieron a salir a la cancha. Y ahí volvió a mostrar su rol de capitán.

 

 

Es que, mientras varios futbolistas brasileños se pusieron a discutir pidiendo poder comenzar el partido, Messi se volvió a poner firme y terminó discutiendo con Rodrygo. El jugador del Real Madrid dijo algo que no le gustó, y Leo lo terminó agarrando de la nuca y poniéndole los puntos. "¿Por qué somos cagones? Somos campeones del mundo", le recordó el capitán.

 

El origen de los incidentes

Todo se inició minutos antes de que comenzara el partido, cuando la policía comenzó una feroz una represión policial con bastonazos hacia los hinchas argentinos, mientras algunos torcedores brasileños también se involucraron en la agresión. En ese escenario, los futbolistas argentinos se acercaron a los efectivos policiales para intentar calmar la situación.

Todos dejaron la cancha y se metieron casi en la platea, como Lo Celso, De Paul, Tagliafico, Cuti Romero, Otamendi y Messi. En medio de los incidentes, con hinchas argentinos que habían bajado al campo, incluso una mujer con un bebé, Lautaro Martínez afirmó: "Siempre igual acá".

 

 

Dibu Martínez fue otro de los que se involucró en defensa de los hinchas durante los incidentes con la policía y torcedores en una de las cabeceras del Maracaná. En uno de los instantes de mayor tensión, el arquero empezó a saltar hacia la platea para sacarle el machete a uno de los agentes que reprimía.

Al rato, tras el gesto de Messi pidiendo dejar la cancha, se pudo observar a un hincha herido que era trasladado en camilla. Cerca de las 21:50, los jugadores de la Scaloneta regresaron al campo con la intención de reanudar el partido. Lo que terminó pasando a las 21.57, 27 minutos después del horario en que estaba programado el clásico.

 

 

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