El Alerta Naranja que emitió el SMN para este sábado por fuertes vientos, tormentas eléctricas y abundante caída de agua se cumplió en gran parte de la provincia de Buenos Aires, dejando destrozos a su paso en la mayoría de las ciudades afectadas por el fenómeno.

En Bahía Blanca, arrancó árboles, derrbió tendidos eléctricos y hasta una tribuna en la cancha de Olimpo, voló techos de supermercados y de un club de patín, donde se registraron 13 muertes. En CABA, voló parte del escenario de la Fiesta Bresh en Palermo e hirió a 15 personas. Y así, los daños se replicaron en numerosos puntos del norte, centro y sur del territorio bonaerense, y en la Costa Atlántica que, obviamente, no fue la excepción.

En Necochea, la Dirección de Defensa Civil  reportó 47 llamados 47 postes caídos, inclinados o quebrados; otras 18 por voladuras totales o parciales de techos; 31 por árboles derribados; y 25 por el corte de cables o tendido eléctrico. Además, se recibieron pedidos de ayuda en 30 casas inundadas, aunque no se registró ningún evacuado ni personas heridas.

Para evacuar todas estas necesidades, en medio de una intensa tormenta eléctrica que tuvo fuertes ráfagas de viento períodicas que llegaron a un registro de 92 kilómetros horarios a las 2 de la madrugada, trabajaron en conjunto los cuerpos de Bomberos de Necochea y Quequén, los corralones municipales de ambas ciudades, personal de Tránsito, Prevención Ciudadana, la Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales y la Delegación de Quequén.

Asimismo, intervinieron el cuartel de Bomberos Voluntarios de La Dulce, el Centro Operativo de Monitoreo, las direcciones de Defensa Civil, de Espacios Públicos y de Guardaparques, tanto como el presonal de la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, con la recorrida de pozos de agua, sumideros y otras tareas en la vía pública, y el Comando de Patrullas de la Policía Bonaerense.

El viento destrozó el techo de algunos balnearios, como Sahara, arrancó luminarias en el sector de Neptuno, derrumbó paredones, rompió cartelería, derribó árboles en barrios tan alejados como el Fonavi o Luz y Fuerza, y causó daños en la Feria de Artesanos de la Villa balnearia, entre otras réplicas. La lluvia inundó multitud de hogares y penetró los techos de, por ejemplo, el Centro Vasco, donde se realizaba el egreso de una promoción del Colegio de Hermanas.