Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas cayeron 28,5% enero contra enero, según la medición a precios constantes que publicó este domingo la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en cuyo informe destaca que a nivel intermensual desestacionalizado se registró un descenso del 6,4% en este tipo de transacción.

Así, 2024 empezó con un mal desempeño en el sector comercial, marcado por escasas ventas y una baja afluencia de público en los locales. Sin embargo, el sector textil fue la excepción: logró un aumento del 0,9% en comparación con enero del año anterior (había registrado una baja del 14,4%), siempre según los precios constantes. El incremento se atribuye a la combinación de ofertas atractivas y a las compras realizadas en gran cantidad por turistas internacionales.

Pero el desempeño textil no fue la regla. En términos generales, los comercios consultados coincidieron en que “enero fue un mes perdido”. Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de CAME, elaborado sobre la base de un relevamiento mensual entre 1.256 comercios minoristas del país, entre el 1 y el 2 de este mes.

Seis de los siete rubros relevados registraron caídas interanuales en sus ventas. La mayor retracción anual se detectó en Farmacias, -45,8%, seguido de Alimentos y Bebidas, -37,1%. El único sector en alza fue Textil e Indumentaria, +0,9%.

Los alimentos y bebidas tuvieron un derrumbe del 37,1% en enero respecto del año anterior a precios constantes, y registraron un retroceso del 13,2% en la comparación mensual. En el caso de bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, las ventas descendieron 20,5% anual en enero a precios constantes y 5,4% en el contraste mensual.

De acuerdo a estos dos indicadores, también el calzado y la marroquinería tuvieron una baja del 20,8%  y el 7,1% contra diciembre, respectivamente, las ventas en las farmacias se desplomaron 45,8% en la anual y 7,9% en la comparación intermensual; mientras que la perfumería registró un descenso del 32,6% y del 7,8%.

En el caso de las ferreterías y las casas de materiales eléctricos y para la construcción, las ventas se hundieron 31,3% anual, siempre a precios constantes, y 7,3% a nivel intermensual. Fue uno de los ramos más golpeados, que recibió además el impacto por el abrupto freno de la obra pública y en la construcción privada.