En un operativo en Santiago del Estero, la Gendarmería secuestró 134 kilos de cocaína que iban escondidos en una ambulancia de una empresa privada. El vehículo había salido de Orán (Salta) e iba camino a la Ciudad de Buenos Aires llevando, lo que se suponía era, una paciente en estado crítico con otros tres aparentes trabajadores de la salud.

Cuando los frenaron en un retén en la zona de Monte Quemado, en la misma provincia, el chofer manifestó estar apurado porque llevaba a una persona para internarla en la capital del país, pero los agentes de la fuerza que realizaban el operativo de control advirtieron que había cosas que no cerraban.

Primero notaron el nerviosismo de todos los ocupantes y luego descubrieron que había una supuesta vía con suero que no estaba conectada a la supuesta paciente. Sumado a esto, el perro antinarcóticos empezó a olfatear como loco y ahí se descubrió que la base de la camilla tenia un doble fondo donde se escondían 129 panes de cocaína con un peso de 134 kilos.

En el caso intervino el Juzgado Federal N°1 de Santiago del Estero que ordenó el secuestro de la droga, como así también el decomiso del rodado y la detención de los tres involucrados.

El secuestro en la ambulancia tiene un detalle importante: los panes de cocaína tenían un envoltorio amarillo brillante y cada ladrillo llevaba un bajo relieve con la figura de un delfín. Según consignó Clarín, ese tipo de panes se vienen repitiendo en los últimos meses en todo tipo de circunstancias, desde el secuestro de casi una tonelada en Salta hasta la detención de un dealer en Capital Federal con un pan de un kilo.