De esta manera, a partir de julio "la receta electrónica y/o digital es el medio obligatorio para la prescripción de medicamentos, órdenes de estudios, prácticas y cualquier otra indicación que los profesionales de la salud consideren pertinentes para sus pacientes, en todo el territorio de la República Argentina".

El Gobierno aclaró que las recetas electrónicas que se utilizan actualmente seguirán siendo válidas siempre que cumplan con todos los requisitos establecidos, ya que se incorporarán al nuevo sistema digital que se implementará a nivel nacional.

Según se explicó, la medida responde a "cuatro ejes esenciales": la identificación de profesionales con capacidad para prescribir a través de la Red Federal de Registro de Profesionales de la Salud (REFEPS); un Registro Nacional de Soluciones Informáticas; la creación de un Diccionario Nacional de Medicamentos como base de referencia, y un sistema eficiente de comunicación y acceso a las recetas y órdenes electrónicas emitidas.

La venta y despacho de los medicamentos deberá hacerse en las farmacias y estará a cargo de los farmacéuticos responsables, pero el decreto contempla la posibilidad de que los remedios sean entregados al paciente "mediante traslado al lugar que éste disponga a su conveniencia".

Además, las farmacias deberán archivar y guardar las recetas digitales durante tres años. El Gobierno explicó que la medida busca "aumentar la competitividad del mercado, lograr una mayor agilidad de la industria y minimizar costos".