jueves 04 de septiembre de 2025 - Edición Nº2465

Argentina | 9 sep 2024

RÉCORD MUNDIAL

Dos paracaidistas argentinos rompieron un récord mundial al saltar en caída libre desde la estratósfera de noche

Alejandro Montagna y Marcelo Vives lograron un hito histórico al lanzarse desde 13.000 metros de altura, superando el récord anterior en un salto nocturno. Acompañados por un equipo de expertos, enfrentaron temperaturas de -60°C, la falta de oxígeno y la velocidad extrema, para culminar un proyecto que los obsesionó durante más de un año.


Dos paracaidistas argentinos, Alejandro Montagna y Marcelo Vives, han establecido un nuevo récord mundial al realizar un salto nocturno en caída libre desde la estratósfera. Desafiando las condiciones extremas de velocidad, frío y oscuridad, ambos se lanzaron desde 13.000 metros de altura, superando el récord anterior que databa de 2019. Este salto representó un logro tras un año de intensa preparación y una gran inversión.

"Fue increíble, algo completamente diferente a los más de 4.500 saltos que he realizado", comentó Montagna. El paracaidista mencionó las dificultades que enfrentaron, como la confusa visual durante el primer minuto de caída, la preocupación por la precisión del aterrizaje y los intensos vientos cruzados. Sin embargo, gracias a la ayuda de Taylor Flurry, un experimentado paracaidista que conocía bien la zona, lograron identificar puntos de referencia importantes que les ayudaron a mantenerse en el curso correcto.

El equipo, compuesto por Montagna, Vives y Flurry, despegó en la madrugada desde un aeródromo cercano a Memphis, Tennessee. La misión no estuvo exenta de riesgos. Saltar desde la estratósfera implica enfrentar temperaturas de hasta -60°C y la necesidad de respirar oxígeno puro para evitar embolias. El equipo había tomado todas las precauciones posibles, conectándose a tubos de oxígeno antes del despegue y durante el vuelo, lo que les permitió eliminar el nitrógeno de la sangre y evitar accidentes fatales.

A pesar de las dificultades, los sistemas de iluminación y oxígeno funcionaron a la perfección durante todo el salto. Aunque Vives tuvo un pequeño contratiempo al perder los cubre guantes y experimentar manos casi congeladas al abrir el paracaídas, el aterrizaje fue exitoso. Vives evitó por muy poco aterrizar en una zona de árboles, lo que pudo haber generado un problema grave.

Este logro, aún pendiente de certificación oficial por la Federación Internacional de Aviación, se suma a la lista de aventuras extremas que Montagna y Vives han llevado a cabo durante más de 25 años de experiencia en saltos en paracaídas. "Si aparece una nueva oportunidad, la analizaremos con la misma seriedad y profesionalismo que pusimos en este proyecto", señaló Montagna, destacando el nivel de detalle que requirió esta hazaña.

Acompañados de un equipo de expertos, incluidos los pilotos Mike Mullins y Mike Turner, así como especialistas en oxígeno de gran altitud, los paracaidistas argentinos lograron lo que parecía imposible: convertirse en los protagonistas del salto nocturno más alto de la historia.

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