En el marco de la primera fase del alto al fuego acordado con Israel, el grupo terrorista Hamás anunció este martes la liberación de seis rehenes para el próximo sábado. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó que el jueves entregarán los cuerpos de cuatro personas que murieron en cautiverio.
Según indicó Netanyahu, se trata de seis israelíes. En principio, la entrega había sido confirmada por uno de los líderes de la organización, Khalil al-Hayya, a través de mensaje grabado. De esta manera, se completa la liberación de los últimos rehenes vivos dentro de este primer tramo de la tregua.
Inicialmente, se esperaba que solo tres rehenes fueran liberados el sábado, pero Hamas modificó la cantidad sin dar explicaciones sobre la decisión. En total, 33 rehenes israelíes, incluidos ocho que murieron en cautiverio, deberían ser entregados como parte de este primer acuerdo, a cambio de la liberación de 1900 presos palestinos detenidos en cárceles israelíes.
"El tiempo se acaba": la macabra amenaza de Hamas dejó al liberar al argentino Iair Horn
En última libración de rehenes israelíes del sábado pasado, Hamas dejó una clara amenaza al entregar los hombres a la Cruz Roja: un reloj de arena con la frase "El tiempo se acaba". La ceremonia, ante decenas de milicianos armados, fue parte del sexto canje de rehenes por presos palestinos en el marco de la tregua con Israel. Junto a Horn, recuperaron su libertad Alexander Trufanov, de 29 años, y Sagui Dekel-Chen, de 36.
Sin embargo, la amenaza implícita en la entrega del reloj de arena que obligaron a portar al argentino, generó conmoción y preocupación. Según medios árabes, el mensaje va dirigido a Einav Zangauker, madre de Matan Zangauker, un israelí que continúa secuestrado en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. La frase "El tiempo se acaba" fue interpretada como una presión directa a las familias de los rehenes y al gobierno israelí.
Durante la entrega, llevada a cabo sobre un escenario decorado con frases como "No habrá migración, salvo a Jerusalén", los terroristas entregaron el reloj de arena a Horn, marcando un momento tenso en la liberación.
