Sin hacer referencia directa a los audios filtrados que comprometen a su espacio, Milei prefirió apuntar contra el Congreso y a la oposición: “No me importa todo el daño que puedan hacerme de acá a las elecciones”, lanzó.
Fiel a su estilo, volvió a calificar a diputados y senadores como “degenerados fiscales” y acusó a la oposición de “apostar a romper el país promoviendo leyes inviables sin financiamiento”. Estuvo acompañado por su hermana y secretaria de Presidencia, Karina Milei.
El mandatario también elogió al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a quien definió como “el mejor de la historia” y como el funcionario que lo impulsó a meterse en política.
Sobre el escándalo que lo salpica, se limitó a relativizarlo: “Esto es como el ajedrez: las negras también juegan. Lo que estamos viendo en un año electoral era absolutamente previsible”.
En el cierre, buscó polarizar con el kirchnerismo y volvió a dividir a la sociedad: “No les importan los argentinos de bien porque ellos son los argentinos del mal, los vividores que destrozaron este país”.