Uno de los frentes calientes es el ingreso de camiones de gran porte al casco urbano. Nicolás volvió a impulsar la idea de un centro de transferencia logística a la entrada de la ciudad, “como en Mar del Plata: descargar ahí y distribuir con vehículos más chicos”. Mientras tanto, implementaron un sistema de autorizaciones: “Me mandan un mensajito con el dominio y el recorrido, lo paso a base y queda registrado para que el inspector pueda verificarlo”.
El funcionario pidió coordinación previa cuando arriban micros o combis por eventos: “Muchas veces el municipio avisa; otras, los visitantes no. Un aviso a tiempo evita sanciones y desorden”.
La capacidad operativa es otra limitación. “Tenemos 6 motos y 3 camionetas. Es poco para el tamaño del problema”, admitió. A eso se suma la violencia cotidiana: “No es casualidad que todos los días tengamos que llamar a la policía. Hay agresiones a inspectores, gente alterada, discusiones por controles”.
Los siniestros y conductas de riesgo atraviesan buena parte de los controles. Nicolás relató el caso de un joven que escapó de un operativo y terminó “internado 24 horas con traumatismo de cráneo”. También describió el choque en la Ruta 88 bajo niebla, “en la banquina, porque ambos conductores se tiraron al mismo tiempo”. Y alertó sobre excesos de velocidad, uso del celular y motos sin luces. Sobre las picadas, dijo que hay denuncias en distintos puntos y que actúan con policía y monitoreo, aunque muchas veces “cuando llegamos, ya se fueron”.
El estacionamiento medido no depende de su área, pero dejó su mirada: “Ordena el centro. Si los comerciantes dejan el auto 8 horas en la puerta, el cliente no tiene dónde estacionar”. En paralelo, reconoció que los “trapitos” generan conflictos y que es un tema social que excede a Tránsito.
En materia de secuestros, el dato es contundente: “Ya hay 220 motos y 90 autos en condiciones de ser compactados; en mayo hicimos la primera compactación del año”. También aparecen vehículos con pedido de secuestro de otras ciudades. “De 10 motos que parás, muchas no tienen papeles”, graficó. Sobre los cuatriciclos, confirmó que el Concejo aprobó en diciembre la creación de un registro municipal con permisos temporales y zonas delimitadas de circulación: “El turista podrá gestionar un permiso por su estadía, pero no podrán andar por cualquier lugar”.
La convivencia con camioneros también demanda equilibrio: “El vecino se queja por el deterioro de calles cuando un camión estaciona donde no puede, y el camionero dice que si lo deja en la playa le roban. Primero se avisa, la tercera vez se infracciona”.
Nicolás insistió con los controles de alcoholemia: “Podés creer que volves bien con una copa, pero si te chocan y dais positivo, el problemón es tuyo: el seguro no te cubre”. Y recordó la articulación con el Centro de Monitoreo: “Hay cámaras y lectores de patentes en los puentes. Aunque no veas inspectores, siempre hay un ojo”.
El cierre fue más amplio que técnico: “Nos falta continuidad en las políticas y, sobre todo, respeto por las normas. Podemos sumar motos, pero si no hay conciencia y orden, el tránsito va a seguir siendo una trampa. Prevenir es la única salida”.