González aclaró que la propuesta “fue elaborada por el municipio”, aunque valoró positivamente la convocatoria del equipo del intendente Arturo Rojas para dialogar con las entidades intermedias. “Se nos convocó para comentarnos cómo querían que funcione el sistema. Todo el trabajo fue del municipio”, explicó.
El dirigente recordó que desde hace tiempo la Cámara plantea que los procesos de habilitación no deben ser un obstáculo, sino un trámite que permita comenzar a producir rápidamente. “Cuando querés abrir un local te piden un montón de cosas, tardan mucho y es muy caro. Todos los permisos y papeles son costosos”, señaló.
En ese sentido, propuso implementar un mecanismo de declaración jurada inicial, que habilite al comerciante a trabajar mientras completa la documentación requerida. “La idea es que pueda comenzar a funcionar e ir cumpliendo a medida que va produciendo, porque todo lleva dinero”, agregó.
También sugirió simplificar los procedimientos en casos de cambios menores, como la incorporación de nuevos rubros o la modificación de titularidad. “Hoy, si tenés un kiosco y querés agregar otra actividad, el trámite es prácticamente volver a hacerlo todo. Debería bastar con anexar la nueva actividad y que un inspector verifique las condiciones”, indicó.
Para González, el gran desafío es reducir la burocracia y los costos sin dejar de cumplir las normas. “Nadie quiere estar fuera de la reglamentación. Lo único que pedimos es que sea más fácil, más ágil y más económico”, afirmó.
En otro tramo, el dirigente se refirió al contexto económico actual y advirtió que los precios siguen en aumento. “La inflación está quieta para el gobierno nada más, porque los precios siguen subiendo. Este mes las listas aumentaron entre un 10 y un 15 por ciento”, aseguró.
Asimismo, remarcó que la suba del dólar impacta directamente sobre el comercio minorista. “Antes los precios aumentaban por la inflación, hoy lo hacen porque sube el dólar, pero seguimos en el mismo baile”, dijo, señalando además que la pérdida de poder adquisitivo y la caída del consumo golpean fuerte al sector.
“Yo vendo menos, el consumidor puede comprar menos, y siempre el que termina perdiendo es el más débil”, concluyó González.