La pareja de Sotacuro fue expuesta en la trama tras la larga declaración de un nuevo testigo, que se presentó hoy viernes ante Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Diego Rulli y Lorena Pecorelli, los fiscales del caso. El testigo en cuestión, uno de dos que declararon en la jornada del viernes en la fiscalía, señaló a Mujica como parte del negocio narco de la banda.
Un investigador clave del caso asegura: “Se sospecha que participaba de la recepción de droga desde el exterior junto a Sotacuro. Se cree que se dedicaba al corte, estiramiento y distribución de la cocaína”.
Los fiscales sostienen que, precisamente, el robo de droga que llevó a las muertes de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Rodríguez ocurrió durante el corte de la cocaína de la banda del Bajo Flores que Mujica y Sotacuro supuestamente manejaban. “Mujica, supuestamente, sabía todo el plan”, continúa la fuente.
Por eso, ordenó a Ibáñez el borrado del teléfono de Sotacuro, que la propia sobrina reconoció.
A la pareja de Sotacuro, alias “El Duro”, o “Chato”, remisero de la Villa 1-11-14 y otro de los principales imputados, se le aplica la máxima calificación en la causa.
La calificación ocupa un párrafo completo:
Privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la pluralidad de intervinientes - reiterada en dos hechos-, privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser la víctima menor de dieciocho años de edad, homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por haber sido cometido con alevosía, con ensañamiento, y por ser criminis causa -reiterado en tres hechos-, todos ellos en concurso real entre sí.
La única pena posible, de cara a esta imputación, es la de prisión perpetua.
Triple crimen: manchas de sangre en las paredes de la casa del horror
Mujica, irónicamente, declaró como testigo en el caso. Aseguró que el viernes 19 de septiembre a las 20 horas, poco antes de buscar a las víctimas en la rotonda de La Tablada, su pareja dejó su casa con la frase: “Gorda, coman que voy a hacer un remise”.
Otro testigo, sin embargo, aseguró que Mujica le refirió tras el hecho: “El Chato se mandó una cagada”.