En el marco de la cumbre mundial COP26, la compañía australiana Fortescue Future Industries (FFI) anunció una inversión de 8.400 millones de dólares en la Argentina destinada a producir hidrógeno verde.
Será -precisaron desde el Gobierno- la inversión internacional más grande del siglo en el país y generará más de 15 mil empleos directos y entre 40 y 50 mil indirectos.
El proyecto se desarrollará en la localidad Punta Colorada, en el sureste patagónico, a 170 kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn, en Chubut.
Es considerado "el combustible del futuro" y es generado mediante electrólisis a partir de energías renovables como la solar y la eólica.
El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta y no es considerada una fuente energética en sí misma, sino un vector energético, ya que almacena energías generadas por otras fuentes de manera tal que posteriormente pueda ser liberada en sistemas ya conocidos.
Su proceso de producción requiere contar con tres variables ineludibles y abundantes, ya que demanda viento o luz solar para la generación eléctrica renovable que se aplica al proceso de electrólisis; agua para separar el hidrógeno del oxígeno y una locación para instalar generadores eólicos o paneles solares.
En la actualidad, la generación de hidrógeno se realiza a partir de otras fuentes que motivan distintas definiciones según la fuente original: así puede ser a partir de petróleo o carbón (hidrógeno negro); de gas natural (hidrógeno gris); o a partir de gas pero con tecnología de captura y almacenamiento de carbono (hidrógeno azul).
El proceso denominado electrólisis utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se podría producir el hidrógeno sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.
El hidrógeno verde surge así como una de las soluciones tecnológicamente más desarrolladas para "descarbonizar" sectores difíciles de electrificar, como el transporte marítimo de larga distancia, la aviación y las industrias pesadas.
La misma solución puede abarcar a las industrias que consumen mucha energía, como la del acero, el cemento, el papel o la de fertilizantes.