En conjunto con el sector privado, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) decidió comenzar a estudiar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en camiones de carga, un procedimiento que se transformará en el primer relevamiento nacional que cuantificará el comportamiento de estos vehículos en tiempo real.
“Cuantificar las emisiones de GEI es fundamental para avanzar hacia el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, compromiso de los países participantes del Acuerdo de París. Por esto, el INTA, dependiente de la Secretaría de Agricultura de la Nación, y la empresa Michelin Argentina firmaron un convenio de Cooperación Técnica que busca estudiar las emisiones de gases en camiones de carga, en tiempo real”, explicaron en un comunicado desde el organismo.
“A través de los datos que se irán generando, la idea es ser más eficientes en todo el transporte de los productos agropecuarios hacia los centros de consumo, sabiendo que es una parte importante de la cadena productiva”, señaló Carlos Parera, director Nacional del Instituto, asegurando que esta información permitirá avanzar “hacia la mitigación del cambio climático y trabajar con la temática del calentamiento global”.
Se trata del primer estudio en su tipo y consistirá en medir, en unos 1300 camiones de carga, el consumo en rutas y autopistas de todo el país. Es decir, se relevarán: régimen de RPM, velocidad, distancias, tiempos, rutas recorridas, consumo instantáneo y promedio de combustible, entre otras variables.
Juan Carlos Antuña, especialista de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Santiago del Estero del INTA e integrante del Grupo de Agrologística, detalló que “una misma unidad no emite igual si circula por una autopista o por una ruta, esto se debe a las aceleraciones y frenadas; y, a su vez, las emisiones difieren en una ruta con alto tráfico que con tráfico escaso”.
Cada unidad aportará información que será recolectada por Michelin Flotas Conectadas de manera automática, a través de sensores ubicados en el transporte que enviarán cada 90 segundos un paquete de datos al servidor de Michelin, que serán luego procesados por el Grupo Agrologística.
Asimismo, para garantizar la confidencialidad, Michelin asignará a cada unidad un identificador único (ID). De esta manera, los registros serán interpretados a partir de proporcionar detalles como marca, modelo, año, kilometraje y configuración. “Esto garantiza la cadena de datos confidenciales, ya que no interesan ni la patente ni quien es el propietario”, aseveró Antuña.
El resultado del estudio permitirá confeccionar la “tabla argentina” de emisiones, que será de acceso público y contará con información por corredor, antigüedad de camiones y tractores, entre otras variables. No solo serán promedios, sino que la tabla estará discriminada por marca, potencia, antigüedad, corredores y, especialmente, las diferenciales por la combinación en cada unidad de neumáticos, tipo de remolque, deflectores de aire, entre otros.
Finalmente, se relacionarán los datos de emisiones con el tipo de carga para llegar a una huella de carbono por transporte y por unidad transportada, que es uno de los principales datos faltantes para determinar el impacto del transporte en la huella total.