Empieza un nuevo Mundial: Argentina se despertó a tiempo y le ganó a México

Era un partido crucial de cara a la clasificación de octavos de final de la Copa del Mundo, luego de la dura derrota en el partido inicial contra Arabia Saudita que había dejado en jaque un proceso más que existoso del debutante entrenador Lionel Scaloni, que enlazaba una serie de encuentros sin perder que casi fue récord histórico.

Era un partido cerrado hasta que apareció un zurdazo de Messi para abrir el marcador y poner al frente al combinado argentino contra un duro México que apostó a cerrarle las vías de juego a su rival y lo logró por, al menos, 60 minutos.

Era un partido para que el entrenador meta mano, y la metió. Era un partido para demostrar carácter, y vaya si le Selección lo demostró. Una vez que el conjunto de Scaloni se puso al frente, la estrategia del técnico volvió a dar frutos, sobre todo con el ingreso del, hasta hace poco, desconocido (para el público no futbolero) Enzo Fernández, quien le dio equilibrio al mediocampo y clavó un golazo como aquel de Maxi Rodríguez en el Mundial de Alemania.

Victoria necesaria y muy importante para Argentina, que llegará al duelo con Polonia con chances de clasificar a los octavos de final, y primero del grupo. Por su parte, el equipo del Tata Martino deberá superar a Arabia Saudita y ver qué sucederá con su suerte.

El primer tiempo solo tuvo algún centro peligroso del Tri, un cabezazo desviado de Lautaro Martínez, un centro cerrado de Messi que despejó Memo Ochoa, y  una gran atajada de Emiliano Martínez para contener un tiro libre de Vega sin dar rebote. Y nervios, muchos nervios. La Selección tuvo gran parte de la posesión del balón durante los 45 minutos, pero no tuvo claridad para inquietar a la defensa de México.

En el complemento la actitud cambió, el equipo de Martino se tiró bien atrás y los de Scaloni comenzaron a manejar mejor el balón, mucho más cerca del área rival. Messi tuvo un tiro de libre en la puerta del área a los 51, pero el disparo se fue por arriba del travesaño.

Faltando 30 para el final, Scaloni realizó dos nuevas modificaciones: salieron Lautaro Martínez y Gonzalo Montiel e ingresaron Julián Álvarez y Nahuel Molina, respectivamente, y el equipo comenzó a fluir de otra manera hasta que llegó una habilitación de Di María para el capitán, que de frente al arco remató cruzado para poner el esperado 1-0, que trajo alegría y desahogo, principlamente desahogo.

Faltando 20 (casi treinta con los largos descuentos de este Mundial) el técnico volvió a patear el tablero y metió los últimos dos cambios en Argentina, con el ingreso de Cuti Romero y Exequiel Palacios por Ángel Di María y Alexis Mac Allister, armando un línea de 5 que sirvió no solo para mejorar la defensa y cuidarse del embate mexicano, sino para darle salida por la bandas y más peligro de contra.

Lógicamente, el Tri salió en búsqueda de la igualdad y dejó algunos espacios en su defensa que el conjunto de Scaloni intentó aprovechar con Enzo Fernández y las ganas de Julián Álvarez, hasta que a los 86 minutos, tras una acción individual en la puerta del área derivada de un córner corto, el volante del Benfica definió con un disparo cruzado que se clavó en el ángulo del arco de Ochoa.

Así se terminó una historia que podría haber sido catastrófica, pero que resultó un bálsamo para el rendimiento de la Selección y, probablemente, un punto de partida para otro camino mundialista, que ya se abrió y ahora habrá que saber aprovechar.