DEPORTES | 29 NOV 2022

QATAR 2022

Inglaterra y Estados Unidos avanzaron a octavos desde el Grupo B

El seleccionado dirigido por Gareth Southgate se quedó con el duelo británico y se medirá con Senegal en la siguiente fase. USA sufrió ante la Irán del portugués Carlos Queiroz, pero un gol de Christian Pulisic, delantero del Chelsea londinense, le sirvió para lograr la victoria y la clasificación.




Con dos goles de Marcus Rashford y otro de Phil Foden, Inglaterra goleó 3-0 a Gales y avanzó a los octavos de final como líder del Grupo B del Mundial de Qatar 2022. De esta forma, el conjunto de Gareth Southgate se quedó con el duelo británico y se medirá con Senegal en la siguiente fase.

Los ingleses se impusieron con autoridad y confirmaron por qué son candidatos al título. Por su parte, los de Gareth Bale, que habían logrado anotar un gol en la competición después de 60 años, cerrarron su participación en la Copa del Mundo ubicados en el último lugar de su zona.

 

 

Marcus Rashford tuvo una destacada actuación y abrió la cuenta de tiro libre a los 4 minutos del segundo tiempo, Phil Foden aumentó las cifras a los 6 y a los 22 el propio volante del Manchester United terminó de dar forma a la victoria del seleccionado de Inglaterra. Adempas, del dobleta, Rashford, suplente en los anteriores dos encuentros, realizó 26 pases correctos, robó 2 balones y se animó a patear 6 veces al arco.

 

Sin las polémicas de afuera, USA eliminó a Irán

Estados Unidos sufrió ante la Irán del portugués Carlos Queiroz, pero un gol de Christian Pulisic, delantero del Chelsea londinense, le sirvió para lograr la victoria en el tercer y último partido del grupo B y, con ello, la clasificación para los octavos de final del Mundial de fútbol de Qatar 2022.

 

 

Con este triunfo, en un partido más intenso que vistoso, los norteamericanos se clasificaron como segundos -de un grupo en el que Inglaterra, que derrotó por tres a cero a Gales, pasó primera- y se enfrentarán, en la ronda de octavos, a Países Bajos.

El de este martes en el estadio Al Thumama de Doha era un partido siempre cargado de connotaciones extradeportivas y que ya remite al primer enfrentamiento mundialista entre ambas selecciones, en Francia '98, años después de que el asilo en suelo estadounidense del Sha Reza Pahlevi, monarca apoyado por Washington y derrocado por la revolución islámica, provocase numerosas crisis, entre ellas la de los rehenes retenidos (durante más de un año, entre 1979 y 1981) en la Embajada de EEUU en Teherán. En aquella ocasión, en Marsella, ganó Irán (2-1). Esta vez, Estados Unidos se tomó la revancha.

 

 

El portugués Carlos Queiroz llegó al Mundial envuelto a todo tipo de polémicas ajenas a su voluntad y relativas a las revueltas internas de Irán; que se incrementaron cuando, en el primer partido, antes de caer (2-6) ante Inglaterra, sus jugadores decidieron no cantar su himno nacional. Algo que sí hicieron antes de enfrentarse a Gales a vida o muerte, y derrotarla (2-0); y, de nuevo, este martes en el estadio Al Thumama.

Al parecer, sus familias recibieron amenazas en caso de nuevos "malos comportamientos" de los jugadores; por lo que si estas informaciones son ciertas, nada han de temer. Tras la victoria contra Gales se dio a conocer que el régimen iraní iba a soltar a 715 presos políticos; y, por si hubieran sido pocas, entre ese partido y el de este martes surgieron nuevas polémicas: la federación estadounidense se equivocó con la bandera con la que ilustraba la previa del partido, que no correspondía con la que se instauró tras la revolución islámica que catapultó al poder al Ayatollah Jomeini, a finales de los 70; y su seleccionador, Gregg Berhalter, tuvo que pedir disculpas por este incidente.

Aparte, el capitán estadounidense, Tyler Adams -centrocampista del Leeds United inglés-, recibió, en la incendiaria rueda de prensa previa, la reprimenda de un periodista iraní por haber pronunciado mal el nombre de su país, algo que el portador del brazalete del 'Team USA' agradeció con elegancia, opinando que siempre es bueno ir ampliando conocimientos acerca de otros países y otras culturas.

Pero lo que se disputaba este martes en Doha, al fin y al cabo, era un partido de fútbol. Y el encuentro del AlThumama prometía emoción. Al final, no fue para tanto, salvo en la recta final del encuentro. El gol llegó en el 38, cuando un sensacional cambio de banda de McKennie se convirtió en asistencia de cabeza desde la derecha del ex barcelonista Serginho Dest para que Christian Pulisic -al que Berhalter relevó de la capitanía, pero que sigue conservando el estatus del '10'- introdujese el balón en la portería iraní.

Y en el último suspiro, para retomar la polémica, inseparable de la selección de Irán, hubo una jugada en la que los persas reclamaron penalti sobre Taremi que ni Mateu ni el VAR consideraron punible. Los valientes iraníes se marchan para casa; pero lo hacen con la cabeza bien alta.