De los datos de los últimos años se desprende que:
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En 2019, las tasas de pobreza e indigencia fueron del 39,8% y el 8,4%, respectivamente;
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En 2020 -con la pandemia-, subieron 44,7% y 9,8%.
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En 2021 la pobreza fue de 42,4% mientras que la indigencia se redujo al 9%.
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En 2022, las cifras fueron de 43,1% y 8,1%, respectivamente.
"En 2022, el 40% de los hogares recibió alguna asistencia social (el 50% de la población urbana ha sido asistida por alguno de los programas o complementos implementados). Sin estas asistencias, la tasa de indigencia habría alcanzado el 20% de la población y la tasa de pobreza al 50%”, señaló Salvia. Sin embargo, durante la presentación, el especialista remarcó que los programas sociales no constituyen una solución al problema estructural de la pobreza.
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía durante el gobierno de Cristina Kirchner, participó de la presentación del informe y analizó: "Después de ver los números de pobreza entiendo que hay una razón por la que no explota todo y es el acuerdo tácito que existe en la Argentina por el cual, si sube la pobreza, hay que subir el gasto".
En este sentido, el economista enfatizó que ahora ese consenso está entrando en crisis por el costado tributario. Hay salir de los lugares comunes y encontrar una diagonal fiscal -tributaria y de gasto- que debe ponerse a prueba durante 5, 10 o 15 años.
"Tenemos un consenso unánime en el modelo de decrecimiento: tratar de obturar todo lo que hace el otro, la eficiencia para obstaculizar al oficialismo siendo oposición es una característica que salta la grieta, pero lo que necesitamos es un modelo de crecimiento", señaló.
A su vez, Álvarez Agis aludió a la problemática de la inflación: "Es un desafío político. El mundo se está cuestionando si alcanza con las políticas tradicionales para bajar una inflación del 7% o del 8%, y la respuesta es ‘no’. Imagínate si alcanza para bajar una inflación de 100%", concluyó.