Es indudable que los hinchas argentinos vivimos los partidos de fútbol de una forma muy pasional, y en este mundial, más allá de la lejanía y el alto costo, la hinchada dijo presente en cada partido donde la Selección jugó. Como era de esperarse, este domingo el celeste y blanco copará nuevamente el Estadio Lusail, que para algunos ya es la casa del equipo nacional en Qatar.
Desde aquel primer partido contra Arabia Saudita que significó un cachetazo al sueño albiceleste, hubo no solo críticas futbolísticas, sino también señalamientos a los hinchas que parecieron tibios a la hora de mostrar el fervor característico. No hizo falta más: a partir de entonces, un grupo de personas se unió para organizar la demostración del sentimiento.
Vía grupos de WhatsApp que conectan a los fanáticos en Qatar se definió que lo primero que había que hacer era ocupar toda la zona de atrás de uno de los arcos para copar la zona a la que desde entonces los jugadores de la Selección se dirigen para reconocer el apoyo cada vez que termina un partido.
Así es que el séptimo partido, el que todos quieren jugar, será el escenario ideal para desplegar el más impresionante cotillón que se haya visto en la historia de los Mundiales. Los organizadores de la fiesta anuncian que el domingo habrá en el estadio Lusail cuatro mil banderas, seis mil globos celestes y blancos, 10 tirantes de 40 metros y dos mil bufandas.
Muchas de las banderas y globos tendrán impresa una parte de la figura de Lionel Messi haciendo el Topo Gigio contra Países Bajos y la inscripción "qué mirás". Se espera además que haya alrededor de 50 mil argentinos en el estadio que tiene capacidad para casi 90 mil personas, todo esto en medio del reclamo a la FIFA por la falta de entradas.
Explicando el furor albiceleste, según datos de la empresa de viajes Despegar, las búsquedas de vuelos de Argentina a Qatar aumentaron tras la victoria ante Croacia un 399 % en comparación al día anterior, y superó el récord registrado después del partido contra Países Bajos.
También Aerolíneas Argentinas da fe de esta fiebre: a la media hora de finalizada la semifinal había vendido todos los pasajes del vuelo programado para este viernes, lo que la llevó a ofrecer otro para el mismo día.