Decenas de miles de personas marchaban esta mañana por las ciudades de Francia en otra jornada de paro y movilización contra la reforma jubilatoria del presidente Emmanuel Macron, con escuelas cerradas, trenes paralizados, vuelos cancelados y bloqueos de refinerías.
La prensa europea calificó esta jornada como un "martes negro" para el país, pero especialmente para el gobierno y la severa modificación del régimen provisional que planea llevar adelante, elevando la edad para poder acceder a la jubilación de los 62 a los 64 años.
La principal central sindical, la CGT francesa, encabeza los reclamos para que Macron deje sin efecto esta propuesta y que desista de su amenaza de imponerla por decreto. En ese marco, los gremios buscan "paralizar Francia", cuando se cumple la sexta jornada nacional de acción contra la reforma de las pensiones.
Los ocho principales sindicatos de trabajadores y cinco organizaciones de defensa de la juventud han decidido "acelerar el paso" contra la iniciativa del gobierno y las protestas, como ya sucedió ante una reforma similar propuesta por Nicolás Sarkozy, se apuntalan con la huelga de dos sectores clave: la energía y el transporte de pasajeros.
Pese a los graves trastornos que provoca para la vida cotidiana, la opinión pública respalda las medidas que comenzaron el pasado 19 de enero. Según una última encuesta, el 72% indicó que apoya el enfoque de los opositores al gobierno, una proporción estable en los últimos dos meses.
Francia tiene, como toda Europa, el desafío de terminar de atravesar el invierno sin el gas o el petróleo de Rusia, suspendido por la guerra interminable contra Ucrania. Pero las consecuencias fueron mucho menos de lo que se temía, en parte, gracias al gas que produce la nación gala.
En ese contexto, que la producción de gas esté afectada por la huelga también es un problema para la Unión Europea, debido a que el país aporta el 27% del gas que consume la comunidad.
A su vez, los sindicatos de la educación se plegaron masivamente a las protestas que comenzaron a principios de invierno y, en este "martes negro", el principal gremio anunció que el 60% de los colegios y escuelas secundarias acataron el paro, incluidos maestros y otros empleados. En tanto, en el vital servicio de transportes, el panorama es muy similar. Los trenes, subtes, colectivos y aviones están paralizados, con demoras o cancelaciones por efecto de la huelga de este día.