SOCIEDAD | 13 MAR 2023

IGLESIA

Francisco, el reformista, cumple su primera década de pontificado

El liderazgo de Jorge Bergoglio en la Iglesia Católica, sin dudas, causó una revolución inesperada y no está exento de polémicas ante los cuestionamientos del ala más conservadora.


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Cuando el 13 de marzo de 2013 Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa y se convirtió en el primer pontífice latinoamericano y jesuita, la situación de la Iglesia católica era por demás complicada en varios frentes. A Benedicto XVI le habían robado documentos de su escritorio en medio de pujas internas por licitaciones amañadas en la ciudad del Vaticano, sospechas de corrupción en el banco de la Santa Sede y la multiplicación de denuncias de abusos sexuales cometidos por miembros del clero en varios países.

El combo había contribuido a la histórica renuncia del alemán después de más de siete siglos que no dimitía un Papa, en el contexto de su debilitamiento de la salud. Por cierto que la acción religiosa de la Iglesia -obviamente el centro de su misión- estaba venida a menos por las propias limitaciones del clero y los dirigentes laicos, pero también por el avance del secularismo que quiere reducir lo religioso al templo o, sencillamente, por el crecimiento de la indiferencia religiosa.

 

 

En las congregaciones generales previas, cuando había que sustituir a Benedicto, los representantes del Vaticano entendieron que había que dar un golpe de timón en la Iglesia, tras un pontificado largo y arrollador como el de Juan Pablo II, un Papa conservador de enorme carisma que le prestaba poca atención a las cuestiones internas y prefería llevar el Evangelio por el mundo; y de un papado como el de Benedicto XVI, aún más conservador y nada carismático, a la vez que sobresaliente teólogo, que no le gustaba tener que lidiar con las disputas en sus propias filas.

 

Este lunes, con un activo frente opositor del ala más conservadora de la Iglesia y grandes cambios internos y externos que moldearon su gestión, Francisco cumple sus primeros 10 años de pontificado.

 

Una década pasó desde aquel 13 de marzo de 2013, a las 20:12 de Roma, cuando el cardenal Jean-Louis Touran pronunció el clásico "habemus Papam" para anunciar enseguida el nombre de Jorge Bergoglio ante la sorpresa del mundo entero. El entonces arzobispo de Buenos Aires, el candidato de la facción más progresista del cuerpo cardenalicio, eligió llamarse Francisco para estar al lado de los excluidos y los pobres, según explicó.

Sin dudas que esa Iglesia que heredó no es la misma que la de hoy. Hubo muchos cambios. Hizo lío, como solía pedir a los jóvenes en sus primeros años en el sillón de Pedro. Desde entonces, se convirtió en el primer Papa en escribir sobre ecología, se rodeó de una ya mítica austeridad, buscó reformar la curia y quedó enfrascado en polémicas luchas internas que le granjearon no pocos y poderosos enemigos. Estos cuestionamientos llegaron incluso hasta la Argentina por su decisión de no visitar, al menos por ahora, su tierra natal.

 

 

Marcelo Izquierdo resumió los cambios que marcaron estos 10 años de Pontificado. Algunos de estos puntos generaron una masiva simpatía en las periferias de la Iglesia, pero también fuertes críticas al interior del Vaticano. Francisco supo, desde el primer día, que debía lidiar con un poder enquistado en la Iglesia que no aceptaría muchas de sus ideas. Algunas de ellas son reconocidas ya como un sello personal.