Según dijo, el objetivo es concentrar "presión internacional para que se tomen todas las medidas posibles para dar con el paradero de estos niños". Von der Leyen afirmó que la deportación constituye un hecho "horrible". Además, aseguró que se trata de un "recordatorio de los tiempos más oscuros de nuestra historia", y lo señaló como un crimen de guerra.
Según confirmó la funcionaria, unos 16.200 niños fueron deportados, mientras que solo 300 regresaron hasta ahora.
"Estas acciones criminales justifican completamente las órdenes de detención emitidas por la Corte Penal Internacional", aseveró. De esa manera, aludió a los mandatos de arresto que pesan sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, y María Lvova-Belova, comisionada presidencial rusa para los Derechos del Niño, por haber deportado a menores ucranianos a Rusia.
Con la iniciativa anunciada con Polonia, Von der Leyen confió en ayudar a los organismos internacionales pertinentes a "obtener información mejor y más completa" sobre estos niños, incluidos los que tras ser deportados fueron adoptados o transferidos a familias de acogida rusas.
La funcionaria alemana mostró su agradecimiento además al secretario general de la ONU, António Guterres, quien participó hoy como invitado en el Consejo Europeo, por haber "ofrecido el apoyo de los organismos de las Naciones Unidas", que "tienen una experiencia significativa en este tema tan difícil".
Von der Leyen dejó claro que la UE seguirá "prestando todo el apoyo que podamos a Ucrania", y recordó que esta semana han desembolsado a Kiev un nuevo tramo de ayuda de 1500 millones de euros.