ARGENTINA | 27 MAY 2023

EL NUEVO TANGO

Tras la polémica maniobra, la ANAC investigará a los pilotos del avión presidencial

El organismo aeronáutico decidió analizar el accionar de los comandantes del ARG 01 tras el vuelo rasante realizado en el Aeroparque Jorge Newbery.




La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) abrió un expediente para analizar las maniobras realizadas por los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone, tras la polémica y arriesgada maniobra que realizó el piloto presidencial a bordo del ARG01 a metros de la pista del Aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires.

El Boeing 757-256 que reemplazará al Tango 01 llegó a Buenos Aires el jueves 25 de mayo. Previo al descenso, la aeronave bajó a pocos metros de la pista, llegando a volar a tan solo 45 metros de tierra. Luego, el comandante puso el avión de costado, viró hacia el Río de la Plata y retomó vuelo.

La aeronave aterrizó en aeroparque de manera efectiva a las 17.14 horas, bajo una intensa lluvia, del vuelo procedente de Miami, donde fue preparado y pintado para entrar al servicio del jefe de Estado argentino.

 

 

A pesar de que el piloto Leonardo Barone requirió autorización para ir a menos de 3000 pies, la encargada de la central le pide que aguarde unos minutos para que "se libere el espacio aéreo". A partir de ese momento, la comunicación comenzó a fallar.

"No descienda de 3.000 pies para no penetrar el aterrizaje de San Fernando", dice la mujer desde la torre de control, a lo que el piloto responde: "¿Libre descenso para el ARG 01?". Pero desde el control no se lo permiten: "Negativo, mantenga a 3.000 pies".

La operadora se sorprende al ver que el avión estaba muy por debajo de la distancia requerida, por lo que continúa insistiendo: "Mantenga a 3.000. Deme dos minutos que liberemos el ATZ de SANFER". A pesar de las órdenes por parte de la mujer al mando, el piloto retruca: "Ah, entendí que era libre descenso. Lo vamos manteniendo… 2300 pies".

 

 

"Yo nunca le di libre descenso", le responde la controladora, a lo que el comandante contesta: "Perdón. Estamos a 3.000 pies. Liberado 3000 pies".

La ANAC, la autoridad aeronáutica encargada de fiscalizar y controlar la actividad aérea en Argentina, a cargo de Paola Tamburelli, armó un expediente para evaluar en detalle la maniobra realizada por los comandantes. No obstante, el organismo no podrá aplicar ninguna penalidad, por tratarse de un aeronave oficial y debido a que los pilotos cuentan con matrícula militar. 

Una vez terminado el análisis del aterrizaje, la autoridad aeronáutica, que depende del Ministerio de Transporte de la Nación, elevará su acta al titular de la cartera, Diego Giuliano, quien posteriormente "lo manejará con el Ministerio de Defensa o con el presidente".

En las imágenes que circulan desde hace días se observa al nuevo avión presidencial, ploteado de celeste y blanco, inclinarse pronunciadamente sobre su lado izquierdo. Algunos creen que la puntera del ala estuvo a 10 o 15 metros del suelo. A esta imprudencia hay que sumarle que el jueves, por las condiciones del viento, los aterrizajes se realizaban por la cabecera "sur-norte", y la maniobra que realizó el avión presidencial fue en sentido "norte-sur".

Además, en los audios del vuelo se puede oír el momento en el que el piloto de otra aeronave le solicita al controlador cambiar el nivel de altitud debido a las turbulencias y a las inclementes condiciones climáticas que se registraban en ese momento sobre la Ciudad de Buenos Aires. Al final del vuelo, una vez aterrizado y en pista, Barone le comunica a los controladores su retiro hacia la plataforma militar.

 

El nuevo Tango

El Boeing 757-2000 demandó una inversión cercana a los 25 millones de dólares y tiene capacidad para transportar 39 pasajeros. Cuenta con una suite principal con todas las comodidades y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones.

El avión fue fabricado en el año 2000 e inicialmente perteneció a la empresa Iberia. En 2005 fue adquirido por Funair Corporation y finalmente el 13 de abril pasó oficialmente a ser propiedad del gobierno argentino, que debió invertir USD 21.730.000, a lo que se suma la entrega del Tango 01, valuado en unos USD 3 millones.

El ARG 01 puede volar sin escalas a destinos como Europa o Estados Unidos, a diferencia del Tango 01, que no estaba técnicamente preparado para viajes de esa distancia. Sin embargo, el nuevo avión todavía tendría pendiente una certificación para poder cruzar el océano Atlántico, por lo que no podría ser utilizado para las misiones a Europa por el momento.

Con la llegada de la aeronave, el Gobierno nacional comenzará el proceso final para reemplazar al ya fuera de servicio Tango 01, el avión que fue adquirido por el ex presidente Carlos Menem durante su gestión en los 90 y que no vuela desde hace varios años. El antiguo nombre proviene de la época en la que los aviones oficiales eran manejados por la Fuerza Aérea. También, se rebautizó a toda la flota: los aviones se nombrarán desde ARG 01 hasta ARG 09, mientras que los helicópteros se nominarán del 10 al 20.