Los senadores se subieron la dieta a más de $7 millones brutos para mayo, o cerca de $4,5 millones en mano a partir de junio próximo, en una polémica votación sin debate y a mano alzada, que se habilitó en menos de un minuto y con dudas por la cantidad de legisladores que después salieron a aclarar, desesperados, para reafirmar su rechazo.
Lo más curioso de todo esto es que, si el Gobierno no hubiera forzado a desactivar el aumento otorgado por Victoria Villarruel y Martín Menem a fines de febrero pasado, la cifra a cobrar sería la mitad, es decir, $3,5 millones desde mitad de año.
El embrollo comenzó ayer, durante la reunión de Labor Parlamentaria realizada por jefes de bloque y varios legisladores junto a Villarruel. Allí surgió el tema, aunque varios lo continuaron tras la partida del convite de la Vicepresidenta. Al ser un proyecto de resolución, ella no tuvo voz ni voto en la decisión adoptada.
En el lote de firmantes aparecen el titular del bloque kirchnerista, José Mayans, los peronistas disidentes Juan Carlos Romero y Carlos Espínola, la neuquina Lucila Crexell, el radical Pablo Blanco y la misionera renovadora -no massista- Sonia Rojas Decut, entre otros.
Si de números se trata, el texto establece que las dietas pasarán a estar conformadas por 2.500 módulos -de $1.800-, más un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 módulos de adicional por desarraigo. Sobre este último punto, sólo cuatro no lo cobran en la actualidad. Además, se agregará una dieta más a las 12 actuales para compensar el aguinaldo.
En el recinto, quien tomó la posta fue Romero, que solicitó la incorporación del tema y pidió habilitarlo sobre tablas. Se necesitaban dos tercios. Villarruel puso la definición a mano alzada y, pese a que algunos legisladores no lo hicieron, quedó convalidada. Sin debate, se volvió a votar la iniciativa de manera formal y quedó aprobada.
El concepto final en bruto desde mayo próximo -a cobrar en junio- será: dieta de 2.500 módulos de $1.800, que dan $4,5 millones; desarraigo de 500 módulos, $900.000s; y gastos de representación, $1,8 millones. Da un total de $7,2 millones. En mano, cerca de $4,5 millones.
Horas después de la sesión aparecieron repercusiones de Milei, Villarruel y de senadores que ahora le piden a la presidenta de la Cámara alta "la posibilidad de no incluir el aumento autorizado" en sus dietas, como el caso de los radicales mendocinos Mariana Juri y Rodolfo Suarez. A todo esto debe agregarse las declaraciones del oficialismo sobre el rechazo en el recinto, así como el Pro en su totalidad.