Estudiantes debió afrontar un apretado calendario, disputando no solo esa copa sino también la Liga Profesional, la Supercopa Argentina, la Copa Argentina y la Copa Libertadores. En ese recorrido alcanzó 19 triunfos, otros tantos empates y sumó quince derrotas, que representó un 47,79% de eficacia. La primera parte del año fue mejor que la que inició post Copa América: en los primeros meses jugó 30 partidos y la eficacia del equipo trepó al 52,22%, mientras que en los 23 juegos del segundo semestre el rendimiento fue del 42,02%.
En cambio, el flamante campeón de la Liga Profesional, de manera tan agónica como inobjetable, se quedó días antes con la desazón de perder la final de la Copa Argentina frente a Central Córdoba de Santiago del Estero. Para la crítica en general y puertas a dentro se lo define "el mejor equipo del año". Los números y el rendimiento avalan el elogio hacia Vélez.
El Fortín jugó 50 partidos en tres competencias locales como la liga, la Copa de la Liga y la Copa Argentina. Ganó 27 (más del 50% de los encuentros que disputó), empató quince y perdió apenas ocho, marcando 67 goles y recibiendo 38. Su eficacia fue alta, del 64%; y fue mejor en la segunda parte del año (73,33%) que en la primera (54,66%).
Después de River fue el elenco que más partidos ganó, aunque sólo en el campo local. Tiene el mérito de haber disputado 3 de las 4 finales que hubo en el año y va por la cuarta, revancha contra Estudiantes.
Cuál es el favorito
En el plano futbolístico los dos tienen buen juego ofensivo y mucho gol. Vélez anotó 38 goles en la última liga (el segundo equipo más efectivo) y Estudiantes 36 (tercero en la tabla atacante). En el año, a nivel local, el Fortín convirtió 52 (el quinto más efectivo) y el Pincha 55 (cuarto en esa tabla). En todo lo que jugaron los de Quinteros hicieron 67 goles en 50 partidos y los de Domínguez 72 en 53.
Una gran diferencia está en el planto defensivo: Vélez recibió 38 y Estudiantes 58. Veinte goles en contra de diferencia son mucho. Los de Liniers tienen una diferencia positiva de 29 y los albirrojos de 14. Fue sin dudas el punto flojo del equipo del Barba. Tuvo una faceta defensiva frágil, endeble que lo condenó a no poder pelear los puestos más importantes de la liga y quedar eliminado de manera temprana en la Copa Libertadores y en la Copa Argentina. Nunca encontró una defensa confiable.