

El propietario del vehículo dejó la camioneta en el lavadero mientras realizaba diligencias en la ciudad. Sin embargo, un hombre llegó al lugar y aseguró ser el hermano del dueño, logrando que el encargado del lavadero le entregara las llaves.
Tras recibirlas, el delincuente se subió al vehículo y escapó en dirección a Quequén a través del puente Dardo Rocha. Su recorrido quedó registrado en las cámaras del Centro de Monitoreo, que ya se encuentran siendo analizadas por las autoridades. En el interior de la Amarok se encontraban toda la documentación y medio tanque de combustible.
Este hecho recuerda a un robo similar ocurrido a mediados de 2024, cuando un Chevrolet Cruze blanco fue sustraído en el mismo comercio. En aquella oportunidad, el auto había sido lavado y estacionado con las llaves puestas y la documentación en su interior, lo que facilitó su robo.
Las autoridades ya trabajan en la investigación del nuevo caso, mientras crece la preocupación por la seguridad en este tipo de establecimientos.