Región | 27 ene 2023
Inspecciones de la AFIP
Detectaron explotación laboral en campos de papa de Lobería y Balcarce
Las inspecciones presenciales permitieron verificar que 17 personas se desempañaban en tareas de riego y de siembra de ese cultivo sin los más mínimos elementos de seguridad e higiene, viviendo en condiciones sumamente precarias.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó explotación laboral en campos de papa radicados en la Provincia de Buenos Aires, durante una serie de fiscalizaciones en las localidades de Lobería y de Balcarce que permitieron verificar que 17 personas se desempañaban en tareas de riego y de siembra de ese cultivo sin los más mínimos elementos de seguridad e higiene, viviendo en condiciones sumamente precarias.
Los procedimientos de control fueron llevadas adelante por personal de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS) y de la Dirección General Impositiva (DGI), en conjunto con los ministerios de Trabajo de Nación y Provincia, luego de recibir denuncias y a raíz de tareas de investigación previa de las áreas especializadas del organismo.
Los inspectores se presentaron para relevar de manera presencial las condiciones laborales de los trabajadores en ocho establecimientos que declaraban estar dedicados a la producción del tubérculo. En total, se encontraron a 29 personas con distintos tipos de irregularidades, como salarios no percibidos o inconsistencias entre las Declaraciones Juradas presentadas por los empleadores en relación a los salarios efectivamente pagados.
En ese sentido, los casos más graves se verificaron en las mencionadas 17 personas que vivían en los campos en condiciones sumamente precarias, con pisos de tierra o hechos con maderas superpuestas. Las casillas carecían de las condiciones mínimas de seguridad y de higiene, con estructuras de baños químicos, pero que por dentro no tenían las correspondientes instalaciones.
Tampoco contaban con electricidad ni sistema de refrigeración para evitar que los alimentos quedaran expuestos y evitar su descomposición o que sean comidos y contaminados por roedores.
Asimismo, el personal de la AFIP comprobó, a partir de sus propias declaraciones, que los trabajadores sufrían descuentos por el costo de los alimentos y de las garrafas que utilizaban para cocinar, por los pasajes y del seguro por accidente.