En la tarde de este miércoles, una serpiente venenosa fue la protagonista de un hecho que puso en alerta a la comunidad del balneario Claromecó. Según un informe del diario La Voz del Pueblo, una yarará -o víbora de la cruz- mordió en la pata delantera derecha a un perro que paseaba junto a su dueño, provocándole una lastimadura considerable y de grave riesgo si no es atendida a tiempo.

La mascota se encontraba deambulando por la zona de "El Salto de Christian" cuando el ejemplar, más comúnmente visto en las zonas serranas, la atacó repentinamente. De acuerdo a fuentes consultadas por el medio, el perro se encontraba internado en una veterinaria de la ciudad de Tres Arroyos a la espera de suero antiofídico, cuando caía la noche.

Este producto biológico es utilizado como antídoto en el tratamiento de picaduras o mordeduras venenosas de todo tipo de animal, como, por ejemplo, serpientes, escorpiones y arañas, y debe ser aplicado en las 12 horas posteriores al episodio.

Vale destacar que, generalmete, la yarará no es una especie agresiva, ataca sólo si se siente amenazada. Existen muchas supersticiones entre los habitantes de zonas rurales, pero en la mayoría de los casos las conductas agresivas se dan solo si se sienten molestadas o si se tropieza con ellas accidentalmente. 

También es importante recordar que existe un protocolo de actuación que se debe seguir en caso de mordedura de una serpiente, siendo primordial no intentar capturar ni cazarla; retirar toda prenda o accesorio en la zona afectada, que pueda impedir la distensión del edema; permanecer en reposo y tomar agua; no realizar laceraciones, succión del veneno o torniquetes en la herida; y recurrir rápidamente al centro asistencial más cercano.

En caso de mordedura, la víctima debe moverse lo mínimo posible para evitar la circulación del veneno por el cuerpo, ya que sus síntomas característicos se manifiestan durante las primeras dos horas, es decir, se siente un gran dolor de inmediato, se observa la marca de los colmillos, se forma un edema duro que cambia de color y se torna "vinoso" o morado, y la pérdida de sangre por los orificios no se detiene.

La serpiente yarará tiene hábitos crepusculares y nocturnos. Su hábitat son las zonas rurales y en raras ocasiones se ve algún espécimen en las ciudades. "Si se trata de una yarará, el tiempo del que se dispone para aplicar el suero antiofídico es de 12 horas. Pero hay que asistir de urgencia a un centro asistencial para tener tiempo para conseguir el suero, ya que si la persona se encuentra en una zona retirada, puede demorar en llegar", explicaba la doctora Ana María Girardelli, ex directora del Centro Provincial de Toxicología, hace dos años y ante un caso en un humano.​​​​​​​