Una competencia entre jeeps y areneros en la ciudad de Villa Gesell terminó en tragedia este sábado por la tarde cuando uno de los vehículos se despistó e impactó contra un espectador que murió en el acto. La víctima fatal era un hombre de aproximadamente 30 años, mientras que su pareja resultó gravemente herida y fue trasladada al Hospital "Arturo Illia" y, luego, derivada al Interzonal de Mar del Plata, donde aun se encuentra internada.

El acidente de produjo en el marco del Safari Arena, una competencia que se realiza en el Circuito Municipal de la localidad balnearia, cuando uno de los competidores perdió el control de su arenero y fue directamente contra el público que estaba peligrosamente ubicado fuera de la pista.

Las tragedias que involucran vehículos no son inusuales, ni siquiera a nivel súper profesional, especialmente en terrenos irregulares. Si bien la competencia en la que tuvo lugar este último incidente estaba regulada y era oficial, los médanos locales suelen ser escenario de episodios en los que se lamentan, si no víctimas fatales, algún susto grande que no temrina en fatalidad milagrosamente.

El Desafío de la Costa

Sin ir más lejos, a mediados de enero de 2012 el Vice Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, llegó al distrito para presenciar junto a los profesores Horacio Tellechea y Hugo Rodríguez, intendentes de Necochea y Lobería, el "Desafío de la Costa", una competencia de cuatriciclos que pretendía unir las costas de los partidos respectivos, desde los parajes turísticos Costa Bonita hasta Arenas Verdes.

La idea no hubiera sido para nada descabellada si en el medio el evento no se hubiera debido suspender por un gravísimo accidente que dejó como saldo a dos personas muy mal heridas durante el desarrollo de la primera de las pruebas programadas. Tan solo en la primera vuelta de un total de siete, uno de los pilotos tomó una curva en ascenso más abierta de lo normal, al punto que perdió el control de la maquina y se salió de la pista, donde esperaba por una instantánea el fotógrafo Juan Carlos Dray, en ese entonces reportero gráfico del matutino local Ecos Diarios, quien fue embestido por el descontrolado rodado.

Tanto el trabajador como el joven piloto volaron literalmente por el aire cayendo pesadamente en esa zona medanosa ante la mirada atónita de cientos de aficionados que se encontraban en el lugar siguiendo las alternativas de la carrera. Aquella vez, la fortuna estuvo del lado de los afectados, aun cuando la organización de la carrera mostró todas las falencias habidas y por haber y se pudo observar a los funcionarios correr de un lado para el otro sin saber que hacer.

El fotógrafo sufrió doble fractura expuesta de tibia y peroné y el piloto tuvo politraumatismos en su cuerpo, con un fuerte golpe en la zona torácica.