jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

Agro | 17 may 2023

Medio Ambiente

De qué trata el proyecto de ley que quiere venir a regular la aplicación de fitosanitarios

Fue presentado en la Legislatura bonaerense por el diputado de la Coalición Cívica, Luciano Bugallo. Entre su articulado, se destaca la eliminación de las zonas de exclusión, estableciendo un máximo de 500 metros para las "áreas de amortiguación", la confección de un Manual de Buenas Prácticas y la prohibición de la aplicación dentro del espacio destinado a establecimientos educativos.


Con el objetivo de terminar con el "desorden legislativo" causado por la diversidad de normativas municipales, días atrás fue presentado en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para regular la aplicación de fitosanitarios en la provincia de Buenos Aires.

La iniciativa, que lleva la firma del diputado de la Coalición Cívica, Luciano Bugallo, cuenta con más de 40 artículos en los que establece las condiciones para el correcto uso de los agroquímicos en áreas principalmente periurbanas y pretende instaurar una única referencia, desafectando la variedad de ordenanzas comunales que entorpecen la matriz productiva del territorio.

"La falta de ordenamiento legislativo y la profusión de normativas municipales sin fundamente técnico ni científico ha generado conflictos entre los vecinos y los productores, agravado por el miedo y la desinformación generada por movimientos políticos encubiertos bajo la figura de agrupaciones ambientalistas", manifestó el legislador.

 

Un producto fitosanitario es aquella sustancia destinada a prevenir, evitar, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, enfermedad y formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la salud pública y para la agricultura.

 

En concreto, el proyecto de Ley de Aplicaciones de Fitosanitarios deroga la Ley 10.699, actualmente vigente, y dispone que el cumplimiento de la nueva normativa sea obligatoria en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, dejando sin efecto las ordenanzas municipales que fueran en contra de la ley planteada.

En ese sentido, la Ley de Aplicaciones de Fitosanitarios fija, entre otras cuestiones, las formas de uso, el ámbito de aplicación, la creación de registros, la fiscalización y la confección de un "Manual de Buenas Prácticas".

 

 

"Hoy el agro vive en el futuro, se habla de drones autopropulsados, nanotecnología en los productos, trazabilidad en los equipos mediante el uso de blockchain con uso de inteligencia artificial, mientras algunos activistas aún quedaron encerrados en su guerra contra Monsanto", argumentó el diputado.

Entre los puntos salientes, se destaca la eliminación de las zonas de exclusión, estableciendo un máximo de 500 metros para las denominadas "áreas de amortiguación", e incluso plantea que pueden ser menos metros de presentarse características regionales que lo permitan.

"En el campo ya hay equipos que en tiempo real transmiten datos a la nube, pudiéndose acceder a éstos en forma remota, con datos sobre pérdidas por deriva, evaporación, tamaño de gota, velocidad de avance del aplicador, condiciones climáticas, etcétera. Incluso, pudiendo suspender la aplicación si las condiciones climáticas cambian en forma imprevista", agregó Bugallo en sus fundamentos.

Actualmente, existen un total de 86 ordenanzas municipales que regulan las aplicaciones de fitosanitarios en la provincia de Buenos Aires, generando un panorama fragmentado y confuso para los productores agrícolas. "Algunas establecen distancias de aplicación, cuando lo importante son las formas y condiciones en que estas se realizan; mientras que otras prohíben el uso de productos específicos, muchos de ellos aprobados por el mismo Senasa, provocando conflictos por la falta de un marco regulatorio único", detalló el representante de la CC.

Otro de los puntos importantes del proyecto es la designación del Ministerio de Asuntos Agrarios como autoridad de aplicación de la ley, que establece, a su vez, la obligatoriedad de una receta agronómica, firmada por un ingeniero, para el uso de fitosanitarios en zonas periurbanas, con el fin de no incurrir en una mala aplicación de los mismos.

También propone que un comité de especialistas, en el que participen organismos técnicos del Estado, entidades gremiales del sector rural y a la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) confeccione un "Manual de Buenas Prácticas" que pueda ser modificado sin necesidad de cambiar el marco legal, lo que permitiría una constante actualización del mismo.

"Lo que la sociedad debe tener claro, y en eso venimos trabajando desde lo comunicacional, es que los fitosanitarios son productos utilizados para prevenir y controlar organismos nocivos en los cultivos, siendo fundamentales para la salud vegetal y para el control de enfermedades. No utilizarlos es ir en contra de los estándares sanitarios vigentes", sostuvo Bugallo.

Asimismo, la Ley de Fitosanitarios prohíbe la aplicación de productos dentro del espacio destinado a establecimientos educativos, habilitando su aplicación fuera del horario escolar para zonas colindantes, con la presencia de un fiscalizador por parte de la autoridad de aplicación o del municipio autorizado.

 

Para los cursos de agua o lagunas permanentes, establece una distancia de prohibición de 10 metros para aplicaciones terrestres y 50 metros para aéreas, algo que en la práctica ya viene sucediendo.

 

"Esta ley busca poner fin a estos enfrentamientos absurdos entre vecinos de la provincia, tomando en cuenta los intereses de todas las partes involucradas y, para ello, redactamos un proyecto que brinda seguridad jurídica para los próximos 50 años a la producción agropecuaria. Absolutamente libre de prejuicios ideológicos, comprometida con el ambiente, la producción sustentable, la preservación de los recursos naturales y, sobre todo, la protección de la salud humana", concluyó el legislador.

 

 

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