El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que este mes utilizó fondos propios para pagar el "incentivo docente" y otros componentes que normalmente son enviados por el Gobierno Nacional. Esto surge como respuesta al recorte del 99% en la transferencia de fondos discrecionales a todas las provincias por parte del Gobierno central. Kicillof advirtió que, si continúa esta reducción en los fondos enviados a Buenos Aires, podría haber dificultades para pagar los sueldos completos de los docentes.

En un comunicado, el gobernador informó que se depositaron los salarios correspondientes al mes de enero de los docentes bonaerenses, incluyendo los complementos nacionales como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), Conectividad y Material Didáctico, utilizando recursos propios ante la falta de transferencia de fondos por parte del Gobierno Nacional.

El "incentivo docente" forma parte del salario mensual de los docentes estatales y se financia con fondos nacionales, como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), el suplemento por Conectividad y la ayuda para Material Didáctico, que son transferidos automáticamente desde el Tesoro Nacional a las provincias.

El recorte en las transferencias no automáticas del Gobierno central impactó significativamente en las provincias, llevando a que 13 de ellas recibieran cero pesos en enero. Ante esta situación, Kicillof decidió utilizar recursos propios para completar los salarios de los más de 380 mil maestros y profesores de la provincia.

Sin embargo, el gobernador advirtió que si esta situación persiste, la provincia no podrá hacerse cargo de estos componentes salariales que son responsabilidad exclusiva del Gobierno Nacional. Con el inicio del ciclo lectivo 2024 a solo tres semanas de distancia, Kicillof busca evitar conflictos con los sectores gremiales docentes, los cuales han exigido al Gobierno Nacional la transferencia de los recursos educativos a las provincias y la convocatoria a la paritaria nacional.

El reclamo de los gremios docentes coincide con el anuncio del aumento del 94% en la inversión alimentaria escolar para más de 2,4 millones de bonaerenses por parte del ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la preocupación persiste debido a la pérdida de poder adquisitivo derivada de los aumentos desmesurados y los tarifazos. La anticipación de conflictividad para el inicio de clases refleja tensiones entre el gobierno y los gremios docentes, algo que no se veía en los últimos cuatro años y que podría volver a surgir en 2024.