

Ante lo reiterado de los aumentos, se comienzan a difundir tips para reducir el consumo energético que antes ignorabamos, o a los que les no prestábamos atención. En especial, el uso de la electricidad resulta imprescindible para el estilo de vida de la sociedad en general, debido a necesidades tan básicas como prender una lámpara o mantener enchufada la heladera para la buena conservación de alimentos.
En este contexto, se conoció que hay un pequeño aparato en particular que se encuentra en buena parte de las cocinas de los argentinos y debe desenchufarse inmediatamente después de utilizarlo. Se trata de la tostadora, que, a pesar de que parece inofensiva por su tamaño y su función, puede convertirse en un peligro si no se toman las precauciones necesarias.
Este electrodoméstico requiere una atención especial después de cada uso. Su diseño para soportar altas temperaturas, indispensable para tostar el pan, puede llevar a una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, es precisamente esta capacidad para generar calor lo que la convierte en un riesgo potencial de incendio.
El principal peligro se encuentra en la acumulación de migas y restos de pan en la bandeja de la base de la tostadora. Si no se eliminan después de cada uso, pueden prenderse fuego debido al calor generado. Este riesgo aumenta si la tostadora permanece enchufada, ya que un encendido accidental o un fallo en el sistema eléctrico podría provocar un siniestro mayor.
Además, es común que las migas que quedan atrapadas en el interior del aparato larguen un olor a quemado, si esto pasa: no está funcionando bien. Ignorar esto y no realizar una limpieza de forma regular puede ser peligroso.
Pero hay otro elemento de uso mucho más cotidiano y que también pone en alerta. Olvidarse enchufados los cargadores de celulares también puede ser un riesgo. Los especialistas en tecnología lo señalan como el dispositivo que no es bueno dejar "conectado a la corriente cuando no lo estás usando", ya que el sobrecalentamiento puede ocasionar hasta incendios de grandes proporciones.
Asimismo, la ocurrencia de cortocircuitos o subidas de tensión recae sobre los llamados alargadores y "zapatillas" que tampoco se deben conectar sin uso de por medio, y ante salidas de viaje, por ejemplo, por razones vinculadas al humedecimiento e impacto en eventuales descargas eléctricas que también origina siniestros.
Con respecto a las estufas eléctricas, los especialistas refieren situaciones similares e incluso destacando el hecho de evitar dejarlas cerca de superficies inflamables o cubiertas con materiales como mantas o almohadas a fin de contrarrestar potenciales daños materiales mientras se está fuera de casa.
De manera hasta inconsciente, muchas veces se suelen dejar enchufados durante varias horas los aparatos que finalmente pueden repercutir negativamente en la factura de luz, generando que se paguen montos exorbitantes y perjudicando al medio ambiente. Por ejemplo, la computadora notebook resalta por la cantidad de voltios consumidos cuando no es desconectado su cargador mientras está en desuso. Este aparato alcanza los 8,9 voltios estando apagada y a la vez enchufada, superando así hasta el televisor que gasta 2,88 voltios.
Conoociendo esto, se dejan algunas recomendaciones para ahorrar energía que son de simple puesta en práctica: